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Con un teléfono inteligente o una simple cámara de vídeo, cualquier testigo puede convertirse en periodista. En zonas en guerra, como Siria, los medios de comunicación extranjeros recurren a las imágenes de videoaficionados porque son la única manera de conseguir información sobre la situación de la población civil o los rebeldes. Al mismo tiempo, los medios internacionales se encuentran siempre ante un dilema: ¿son fiables estas fuentes? Los grupos fieles al régimen y las células terroristas también hacen uso de la red como fuente de propaganda. Les mostramos cómo se hacen este tipo de vídeos y qué tratamiento les damos en Deutsche Welle.