Hoy en día, la mayoría de los televisores en el mercado tiene pantallas del formato de imagen 16:9 (también conocido como formato de pantalla ancha).
Una de las razones consiste en que nuestro campo visual natural tiene una dimensión similar a la del formato de pantalla ancha (16:9). El ojo humano recorre, por así decirlo, trayectos visuales más cortos y la vista se cansa menos. En el formato 16:9, el espectador usa además su visión periférica, es decir, reconoce objetos en torno a la zona donde tiene puesta su mirada.
Otros argumentos a favor del formato de pantalla ancha son la innovación tecnológica y las condiciones del mercado. Los nuevos aparatos de pantalla plana sólo funcionan con el formato 16:9. Cada vez menos televisores funcionan con el formato de imagen 4:3.
Para Deutsche Welle estas razones conllevan a la introducción del formato de pantalla ancha (16:9). Deutsche Welle se encuentra en el proceso de adaptación de sus producciones a este nuevo formato.