La actualidad de la semana en Europa

Numerosos envíos de paquetes explosivos causaron alerta en diversos puntos de Europa esta semana. Los primeros dos fueron enviados desde Yemen con destino a Estados Unidos. Uno de ellos pasó por el aeropuerto de Colonia/Bonn, Alemania, como lo reconoció el ministro germano del Interior, Thomas de Maizière.

”Todo indica que Alemania no era la meta del atentado. En envíos internacionales de carga no queda claro el trayecto; es decir, cuáles son las etapas intermedias. No se tenía establecido que el paquete pasaría por Alemania, pero llegó aquí sin que sepamos cuándo podría haber explotado”, dijo el funcionario.

Como consecuencia de esto, el Gobierno alemán decidió detener por completo el tráfico de carga entre Yemen y Alemania, así como reforzar medidas de seguridad a nivel interno. Se trabaja también en el mejoramiento de los controles, sobre todo en los envíos que provengan de Yemen.

Merkel, en la mira

Más paquetes explosivos fueron detectados en otros puntos de Europa. Pero en esta ocasión los perpetradores no habrían sido terroristas islámicos, sino extremistas de izquierda, según las primeras investigaciones. En Atenas fue desactivada una carta bomba dirigida a la embajada de Suiza en esa capital. En Berlín, un artefacto explosivo llegó hasta la misma cancillería alemana, pero fue detectado a tiempo y desactivado, anunció el portavoz gubernamental Steffen Seibert: “Nos complace poder informar que nadie, ni policías ni trabajadores de la cancillería, han resultado heridos. La canciller se encontraba desde temprano en una gira por el extranjero, desde donde agradeció a los encargados de seguridad. La investigación está ahora en manos de la Oficina Federal de Investigación Criminal”

Paquetes cargados con sustancias explosivas fueron dirigidos también a las representaciones diplomáticas de Rusia, Chile y Bulgaria en Atenas, así como al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.

Alemania reacciona

Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sufrió una dolorosa derrota en las elecciones intermedias. El Partido Demócrata perdió el control de la Cámara de Representantes, y redujo su mayoría en el Senado. El coordinador del Gobierno alemán en materia de Cooperación Trasatlántica, Hans-Ulrich Klose, prefirió ver el lado positivo de estos acontecimientos.

“Es claro que Obama resulta debilitado. Pero eso puede ser una ventaja. Ahora los republicanos tienen una gran mayoría en la Cámara de Representantes, y si se siguen comportando como ahora, diciendo que no a todo y a todos, puede ser percibido como un partido que no entrega resultados. Y eso en Estados Unidos puede ser un gran problema”, indicó.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Bundestag, Ruprecht Pohlenz, consideró que Obama buscará obtener logros en materia de política exterior, dado que a nivel interno poco puede esperarse con un congreso republicano.

Cuentas pendientes

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, desea recomponer su relación con Rusia. Esto quedó en claro tras los preparativos para la próxima cumbre de la Alianza Atlántica, a celebrarse en Lisboa los días 19 y 20 de noviembre. El panorama bilateral se dificulta por el proyecto para construir un escudo antimisiles estadounidense en Europa del Este.

Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, abordó esta perspectiva esta semana, durante una visita a Moscú: “Ha llegado la hora de un nuevo comienzo en las relaciones entre la OTAN y Rusia. Lisboa es el sitio donde puede comenzar esta nueva era. Estoy aquí para preparar este encuentro y asegurarme de que la cumbre traerá avances concretos en nuestra colaboración. Ahí debemos mandar un mensaje claro al pueblo ruso: la OTAN no ve a Rusia como enemigo, sino como país asociado.”

Los planes para construir el escudo antimisiles en Polonia y la República Checa fueron anunciados por el anterior presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Desde entonces, Rusia ha manifestado que este proyecto es una amenaza para su seguridad.

Complicaciones aéreas

El pasado 4 de noviembre, un avión con 460 pasajeros a bordo tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Singapur luego de que falló una de sus turbinas. El artefacto era un Airbus tipo A 380, de fabricación europea. Nadie resultó herido, pero el episodio despertó dudas sobre la seguridad de dicho modelo. El presidente del sindicato de pilotos de Singapur, P. James, reaccionaba así: “Los pilotos hicieron lo debido al regresar a Singapur. Este avión está equipado con cuatro turbinas pero es capaz de volar con sólo dos. Vista de este modo, la pérdida de una turbina no significa un problema mayor.”

Sin embargo, otro avión tuvo que aterrizar de emergencia en Singapur este viernes debido a problemas similares. El vuelo había despegado de Frankfurt rumbo a Sydney. También en este caso el aterrizaje de emergencia se llevó a cabo sin incidentes. Aunque las investigaciones continúan, se investiga el diseño y funcionamiento de las turbinas del fabricante Rolls Royce modelo Trent 900 como posible causa de las fallas en los aviones Airbus A 380.

Autor: Enrique López

Editora: Emilia Rojas