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Xiomara Castro: ¿Logrará reconciliar a Honduras?

Gabriel González Zorrilla
1 de diciembre de 2021

Cada día, cientos de hondureños huyen de la pobreza rumbo a EE.UU. Pese al optimismo que genera su victoria, ni siquiera Xiomara Castro, la primera mujer elegida presidenta, podrá cambiar esta situación a corto plazo.

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Xiomara Castro, virtual presidenta de Honduras
Xiomara Castro, virtual presidenta de HondurasImagen: Luis Acosta/AFP

"Buenas noches, hemos ganado". Con estas sencillas palabras, Xiomara Castro asumió haber obtenido la victoria en las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre en Honduras. Hasta este 1° de diciembre, Xiomara Castro seguía liderando el escrutinio como virtual presidenta electa con casi un millón de votos y el 53,26 % de las actas recibidas por el sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE). Castro seguía aventajando en casi el 20% al candidato oficialista Nasry Asfura, del gobernante Partido Nacional, quien ya la felicitó "por su triunfo”.

Xiomara Castro será la primera mujer presidenta de Honduras. Su elección rompe con el bipartidismo: los dos grandes partidos. el Partido Nacional (PN) y el Partido Liberal (PL), han determinado el destino del país durante los últimos 40 años. El partido de Castro, el izquierdista Libertad y Refundación (Libre), fue fundado en 2011 como reacción al golpe militar de 2009, en el que el presidente Manuel Zelaya fue derrocado.

¿Seguirá Castro o no el rumbo chavista de Zelaya?

Con Castro, el país parece reencontrarse con la época del gobierno de su marido. "Castro es una reanudación tardía de un giro a la izquierda en Honduras”, dice Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP) de Berlín.

Manuel Zelaya fue destituido en 2009 por la élite conservadora y los militares porque, en su opinión, estaba llevando a su gobierno demasiado hacia la izquierda y adoptando ideas del ahora extinto Hugo Chávez. En medio de la disputa, hubo protestas de la sociedad civil y violentos enfrentamientos con la policía y el ejército, que cobraron vidas.

Los candidatos de la derecha en Honduras retomaron esta vez la campaña del miedo ante la presunta amenaza del comunismo, en caso de una victoria de Xiomara Castro. Un giro que Maihold considera bastante improbable: "A diferencia de lo que ocurrió con su esposo en el poder, Castro tiene un contrapeso en la persona de su vicepresidente designado, Salvador Nasralla, que probablemente evitará una mayor polarización, así como la resurrección de los viejos frentes de Zelaya”. 

Hernández, un presidente acusado de narcotráfico

El gran descontento con el saliente presidente, Juan Orlando Hernández, tras dos mandatos, es una de las razones del triunfo de Castro. Su reelección en 2017 fue muy polémica y estuvo acompañada de acusaciones de fraude electoral. El hermano de Hernández está en prisión en Estados Unidos por narcotráfico. Hernández, que deja su cargo, también está siendo investigado por la Justicia estadounidense y, con toda probabilidad, también enfrentará cargos judiciales.

¿Entregará Castro a su predecesor a Estados Unidos? Maihold está convencido de ello: "Sería parte de la desvinculación del sistema de Hernández y sus escándalos de corrupción. Eso le haría ganar muchos apoyos en su propio campo y, probablemente en el centro político”. 

Castro difícilmente buscará una alianza con los viejos aliados de su marido, Venezuela, Cuba y Nicaragua, y preferirá buscar un equilibrio en las relaciones con EE.UU., cree Maihold. Castro, de 62 años, ha llamado a la "reconciliación nacional” y al diálogo con "todos los círculos”. Además, se ha comprometido "a luchar contra el odio, la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado”.

Pobreza desoladora y falta de perspectivas

Castro se enfrentará a inmensos retos internos en su presidencia. Según Maihold, se trata la relación entre el parlamento y el gobierno, la superación de las violaciones de derechos humanos o el Estado de derecho en general.

Honduras es uno de los países más pobres de América Latina. Cerca de la mitad de los casi 10 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza. La violencia de las pandillas, la corrupción y la inseguridad jurídica generalizada han convertido a Honduras en el motor migratorio de la región. Es probable que Castro lleve a cabo una "política simbólica de izquierdas”, cree Maihold. Aunque todavía no se sabe si logrará trazar un "rumbo independiente, acorde a los retos de un pequeño país con tan grandes problemas”.

(jov/er)