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Se inició un experimento para limpiar el contaminante con ayuda de microorganismos, pero su éxito fue limitado. El motivo es que las aguas freáticas de la zona son pobres en oxígeno, elemento que necesitan los microorganismos. Pero los científicos han dado con una solución: el agua se deja correr a través de pequeñas esferas porosas de arcilla. A su superficie exterior se adhieren grandes cantidades de oxígeno, lo que estimula el crecimiento de los microorganismos. Con este método relativamente simple los investigadores lograron reducir la cantidad de contaminante presente en el manto freático por debajo del valor límite para el agua potable.