Siguiendo los pasos de su padre, el fundador del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen, su hija Marine asumió el liderazgo de ese partido francés de extrema derecha.
Ubicada a la cabeza del partido, Marine Le Pen trata de dar a este un rostro más moderno y amigable, pero sin modificar sus posiciones populistas y nacionalistas. También promueve alianzas con líderes europeos del mismo corte ideológico, como el holandés Geert Wilders.