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Sociedad

Aborto en niña de diez años desata furia de evangélicos

18 de agosto de 2020

En Brasil es legal abortar en caso de estupro, pero el aborto legal de una niña de diez años, que fue violada por su tío, causó reacciones incluso agresivas por parte de grupos cristianos evangélicos.

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La ministra de la Familia de Brasil, Damares Alves, es de confesión evangélica
La ministra de la Familia de Brasil, Damares Alves, es de confesión evangélicaImagen: Getty Images/AFP/F. Coffrini

El caso de una niña del estado de Espírito Santo, en el sureste de Brasil, a quien se le permitió abortar de manera legal, provocó protestas y reacciones que llegaron al insulto hacia la víctima, por parte de evangélicos y otros grupos cristianos pentecostales. Manifestantes de esas iglesias se reunieron frente a un hospital para evitar que a la niña violada le fuera practicado el aborto legal, según el diario "Estado de São Paulo". Anteriormente, el tribunal de Espírito Santo había permitido el procedimiento, porque la vida de la niña estaba en peligro.

Según la ley brasileña, la interrupción del embarazo solo se permite después de una violación y si la vida de la madre corre riesgo. Por lo general, estos casos se tratan en discreción absoluta. Sin embargo, en este caso se hicieron públicos los datos de la niña, que proviene de un entorno pobre y vive con su abuela. Se ordenó una orden de aprehensión contra el tío, de quien se dice que abusó de ella desde que tenía seis años. El hombre de 33 años ya fue detenido.

Víctima insultada como "asesina"

Numerosos videos en las redes sociales muestran cómo opositores al aborto bloquearon la entrada a la clínica y trataban de impedir la entrada de los médicos encargados del procedimiento. El bloqueo solo se pudo romper con la intervención de la policía. La niña también tuvo que ingresar al hospital de Recife bajo protección policial, donde finalmente se le practicó el aborto legal.

Anteriormente, un hospital cercano se había negado a realizar el procedimiento a pesar de la orden judicial. La niña de diez años fue insultada a gritos por los evangélicos, que la llamaron "asesina". En las redes sociales, sin embargo, muchos usuarios se solidarizaron con la niña.

El caso se hizo público luego de que la ministra de familia Damares Alves, de confesión evangélica, lamentó la decisión judicial en las redes sociales. Como resultado, otros políticos evangélicos y partidarios del presidente Jair Bolsonaro presionaron al poder judicial y a la familia de la niña. La activista de derecha que se hace llamar "Sara Winter" incluso publicó el nombre de la niña y el hospital donde se realizó el aborto, lo cual puede constituir un delito.

El debate toca un tema tabú en Brasil. La cantidad de abortos ilegales, que los expertos estiman en más de un millón por año, muestra cuán grande es la difícil situación de muchas mujeres. Alrededor del 90 por ciento de las intervenciones se llevan a cabo en condiciones higiénicamente catastróficas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mujer en Brasil muere cada dos días como resultado de un aborto fallido.

ie / ww (dpa, epd, Folha de São Paulo)