Esta famosa ópera de Richard Wagner fue propiciada por el rey Luis II de Baviera, quien concedió a Wagner muchas prerrogativas en Múnich. Wagner la terminó a principios de 1865.
Fue estrenada con el gran tenor Ludwig Schnirr von Carolsfeld. Isolda fue representada por Malwina Schnorr, y Han Bülow fue el director musical. La leyenda de Tristán e Isolda es de origen celta. La historia se basa en un idilio que se relatado como algo extraordinario, que escapa a las normas, centrado en los sentimientos de sus protagonistas. Es una de las principales obras de la Edad Media y fue referente de la música del posromanticismo, entre otros movimientos culturales.