Portugal ha elevado la edad de jubilación y ha alargado la jornada de los funcionarios. El presidente del país, Paulo Coelho, ha anunciado nuevos recortes para salvar al país de la quiebra y mantenerlo en la Eurozona. De estas medidas dependía el acuerdo con la troika y en consecuencia el desembolso de dos mil millones de euros del préstamo prometido al país.