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Estudio: lo que sabemos sobre la reinfección de COVID-19

Hanna Fuchs
13 de octubre de 2020

Hay oficialmente cinco casos de reinfección de coronavirus en el mundo. El último fue documentado en EE. UU., en un joven de 25 años de Nevada. ¿Sabemos hoy más sobre la inmunidad al SARS-CoV-2?

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Deutschland Köln Symbolfoto Maskenpflicht
Imagen: Christoph Hardt/Geisler-Fotopress/picture-alliance

Hemos aceptado, o al menos nos hemos acostumbrado, al hecho de que hay más preguntas que respuestas sobre el COVID-19. Por ejemplo, la duración de vida del virus en las superficies, los síntomas exactos en caso de una infección, o la inmunidad después de haber sobrevivido a la enfermedad. Y, sin embargo, esperamos ganar un poco más de conocimiento con cada noticia, con cada nuevo estudio.

Este es ciertamente el punto en el caso del estudio que ha sido publicado en la revista The Lancet - Infectious Diseases. Y se trata del quinto caso documentado de reinfección de COVID-19 en todo el mundo. Incluso después de este estudio, lo relativo a la inmunidad sigue por definirse, y se requiere más investigación, según concluyeron los investigadores participanntes. No obstante, también plantean varias hipótesis para desentrañar el misterio de la inmunidad.

Más grave que la primera infección

El paciente del caso de estudio más reciente, un hombre de 25 años del condado de Washoe, en Nevada, EE. UU., dio positivo en dos infecciones diferentes de SARS-CoV-2 en un plazo de 48 días.

Esto confirma que una segunda infección puede ocurrir en un corto período de tiempo, y lo más importante; puede ser más severa. Entre la primera infección del joven, en abril de 2020, y la segunda, dio negativo a SARS-CoV-2 dos veces.

En junio de 2020, el paciente fue hospitalizado tras la aparición de graves síntomas de COVID-19, como fiebre, dolor de cabeza, mareos, tos, náuseas y diarrea, y dio positivo por segunda vez. Mientras tanto, fue dado de alta del hospital y se ha recuperado de la segunda infección.

Los autores del estudio escriben que una exposición temprana a COVID-19 puede no resultar en inmunidad garantizada por completo, pero que es necesario investigar más sobre la reinfección. Recomiendan que todos los individuos, ya sea que se les haya diagnosticado previamente o no, tomen las precauciones para prevenir la infección de SARS-CoV-2, es decir: mantener la distancia, usar mascarilla y lavarse las manos con regularidad.

Reinfecciones: Ahora mismo solo podemos "especular"

"Todavía hay muchas incógnitas sobre la infección por SARS-CoV-2 y la respuesta del sistema inmunológico, pero nuestros resultados indican que una primera infección no protege necesariamente contra una infección futura", dijo a DW Mark Pandori, del Laboratorio de Salud Pública del Estado de Nevada, en la Universidad de ese estado, autor principal del estudio.

"Es importante señalar que se trata de un hallazgo singular y no es posible generalizar. Aunque se necesitan más investigaciones, la posibilidad de reinfección podría tener un impacto significativo en nuestra comprensión de la inmunidad de COVID-19, especialmente en ausencia de una vacuna efectiva".

Casos documentados: ¿Hay cosas en común?

Los genomas de las muestras de virus del paciente, que se secuenciaron en abril y junio, mostraron diferencias genéticas significativas entre sí, lo que sugiere que el paciente se contagió dos veces con dos infecciones diferentes de SARS-CoV-2, dijeron los investigadores.

Se confirmaron por lo menos otros cuatro casos de reinfección en todo el mundo: en Bélgica, los Países Bajos, Hong Kong y Ecuador. Sin embargo, solo el paciente del caso de reinfección en Ecuador mostró un curso más severo de la enfermedad, comparado con el primer contagio.

"Necesitamos más investigaciones para comprender cuánto tiempo puede durar la inmunidad de las personas expuestas al SARS-CoV-2, y por qué algunas de estas segundas infecciones, aunque raras, resultan ser más graves", dijo Pandori.

Al igual que las observaciones sobre el caso de reinfección en Ecuador, el paciente de los Estados Unidos mostró una mayor gravedad en los síntomas en su segundo contagio, mientras que los casos de Bélgica, los Países Bajos y Hong Kong no mostraron ninguna diferencia en la gravedad de los mismos.

Varios supuestos

Por lo tanto, los autores presentan varias hipótesis para explicar la gravedad del segundo contagio: por ejemplo, el paciente pudo haber estado expuesto a una carga viral muy alta posteriormente, lo que desencadenó una reacción más fuerte la segunda vez, o pudo haber entrado en contacto con una versión más virulenta del virus.

Otra hipótesis es que el fenómeno de amplificación de la infección, dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés), en el que los virus utilizan el sistema inmunológico para infectar el organismo de forma aún más eficaz y masiva, podría ser la causa. Esto ya se ha observado con el betacoronavirus SARS-CoV y otras enfermedades, como el dengue.

En este mecanismo, los anticuerpos potenciadores de la infección se unen a la superficie de los virus, pero no los combaten, sino que se aseguran de que puedan ser mejor absorbidos por la célula. De este modo se promueve la reproducción de los virus.

Además, los autores escriben que existe una posibilidad (aunque muy pequeña) de una infección continua, que implica alguna forma de desactivación/reactivación. Sin embargo, para que esa hipótesis se compruebe, se requeriría una cierta tasa de mutación del SARS-CoV-2. Aunque el virus muta, no tiene una tasa de mutación tan alta como en la gripe, explicó recientemente el virólogo alemán Hendrik Streeck, de la Clínica Universitaria de Bonn, en entrevista con DW.

Por último, otra explicación sería una coinfección simultánea de ambas cepas del virus. Sin embargo, eso significaría que la segunda cepa habría quedado sin detectar en abril de 2020. Por el contrario, la primera cepa se habría extinguido con la prueba, en junio de 2020.

Los autores admiten que no pudieron evaluar la respuesta inmunológica a la primera infección por SARS-CoV-2, ni evaluar plenamente la eficacia de las respuestas inmunológicas durante el segundo contagio.

Por último, pero no menos importante: los casos asintomáticos, no detectados

También hay que recordar que el caso en Estados Unidos, así como los otros cuatro documentados de reinfección, se produjeron en pacientes con síntomas de COVID-19. Esto significa que existe la posibilidad de que muchas infecciones y/o reinfecciones en los individuos sean asintomáticas y, por lo tanto, no se detecten con las pruebas de ensayo y control actuales.

"En general, hay una falta de secuenciación genómica exhaustiva de los casos positivos de COVID-19, así como de capacidades de detección y prueba, tanto en los EE. UU. como a nivel mundial, lo que limita la capacidad de los investigadores y los funcionarios de salud pública para diagnosticar, vigilar y rastrear genéticamente el virus", apunta Pandori.

La inmunóloga Akiko Iwasaki, de la Universidad de Yale, EE. UU., quién no participó en el estudio, agregó: "Cuanto más se conozcan los casos de reinfección, mejor podrá la comunidad científica comprender cómo funciona la protección y con qué frecuencia las infecciones naturales de SARS-CoV-2 causan este nivel de inmunidad".

Esta información es clave para comprender qué vacunas son capaces de lograr la inmunidad individual o de grupo.

(eer/cp)