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No hay liderazgo

DW-WORLD/pk7 de julio de 2008

Los comentaristas analizan la cumbre del G-8 en Japón y sus posibles efectos.

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Angela Merkel y el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda: difícil orden del día.Imagen: AP

Pinchazo en un globo

THE GUARDIAN, Londres: "Los participantes en la cumbre del G-8 pueden tomar una medida para hacer bajar el precio del petróleo: pueden acometer la inflación y encarecer la especulación de los bancos con el crudo. Ello probablemente tuviera el mismo efecto que el pinchazo de un alfiler en un globo lleno de aire. Los políticos efectivamente hablarán sobre los precios del petróleo, pero probablemente no tomen medida alguna. En tiempos en que la economía mundial necesita un liderazgo, éste no se ve por ningún lado. Tampoco en lo que respecta a las recientes promesas del G-8 a favor de los países pobres y la protección del clima. En el esbozo del comunicado de la cumbre, las ayudas prometidas en Gleanagles (2005) ni siquiera se mencionan. Algo similar puede pasar con el cambio climático. Más de un fondo para técnica ambiental a favor de los países pobres no es de esperar."

Monstruo y chivo expiatorio

LIBÉRATION, París: "En medio del caos de este siglo, las cumbres del G-8 son simultáneamente un monstruo y un chivo expiatorio. La cumbre genera la ilusión de ser la dueña del mundo. Las cumbres atraen tanto a los medios de comunicación como a los manifestantes, anticumbres y otros críticos de este sistema de gobierno mundial. Como si tuviera temor de su propia sombra, el G-8 se retira a distantes islas o alejadas montañas. Los periodistas, los testigos y los manifestantes son mantenidos a varios kilómetros de distancia. ¿Por qué pertenecen a este Ejecutivo mundial Canadá y Francia, pero no la India ni Brasil? No obstante, invitar a la mesa de conversaciones a esos países sólo no es la solución. Es tiempo de reformar el G-8."

Falta respaldo

AFTENPOSTEN, Oslo: "Los jefes de Estado y de Gobierno del G-8 tienen un difícil orden del día en Japón. Con una economía mundial en declive, los gobiernos de EE. UU., Canadá, Rusia, Japón, Francia, Italia, Gran Bretaña y Alemania discutirán, entre otras cosas, sobre posibles aportes para resolver la cada vez más aguda crisis alimentaria y cómo lograr progresos en la lucha contra el cambio climático. Para lograr respuestas políticas adecuadas es necesaria una buena porción de voluntad, que los políticos sólo pueden poseer si cuentan con un fuerte respaldo en sus respectivos países. Varios participantes en esta cumbre G-8 no cumplen con esa condición. El presidente George W. Bush abandona la Casa Blanca, el primer ministro Gordon Brown está muy debilitado y el presidente francés Nicolas Sarkozy ha perdido mucho apoyo en su primer año en el poder. Con ese trasfondo existen pocas razones para albergar grandes expectativas con respecto a esta cumbre."

Más energía atómica

LA STAMPA, Roma: "Los grandes países se ven confrontados con los desafíos de la crisis global: en primer plano se hallan los crecientes precios de la energía y la crisis alimentaria, pero también el cambio climático y la lucha contra el terrorismo, problemas fundamentales del planeta a los que los jefes de Estado y de gobierno de este club exclusivo de los ocho buscan soluciones plausibles y concretas. Muy probablemente, los ocho países industriales más importantes se permitirán recurrir más ampliamente a la energía atómica. Sus esfuerzos estarán dirigidos sobre todo a redoblar la cooperación y construir centrales atómicas cada más seguras y limpias."