1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Leipzig - Nada es imposible

14 de diciembre de 2010

Leipzig es la ciudad más grande de los cinco Estados federados que pertenecieron a la extinta RDA. En la metrópolis sajona se escribió un capítulo de la historia en 1989: las llamadas “manifestaciones de los lunes”.

https://p.dw.com/p/QXgY
Ayuntamiento antiguo de Leipzig.

“¡No a la violencia, nosotros somos el pueblo!” resonaba aquel histórico 9 de octubre de 1989 en las inmediaciones de la iglesia de San Nicolás y la Augustusplatz. Unas 70.000 personas armadas con velas encendidas se habían acercado hasta Leipzig para protestar contra el régimen comunista de la República Democrática Alemana. Si ese día se hubiera escuchado un solo disparo, seguramente la historia de Alemania habría tomado otros derroteros. Pero no, la jornada transcurrió pacíficamente. Poco después cayó el Muro de Berlín y, al año siguiente, se reunificaba Alemania, poniendo fin a la Guerra Fría.

Vuelta a empezar con dificultades

Los habitantes de Leipzig se sienten orgullosos de su contribución a la caída del Muro de Berlín, aunque hacerle frente a las consecuencias que trajo consigo ese evento histórico no fue tarea fácil. La dura realidad tras la revolución: muchos perdieron sus puestos de trabajo y tuvieron que volver a empezar de cero. Arquitectónicamente, la cuidad se encontraba en condiciones catastróficas. Pedazo a pedazo hubo que reconstruir miles de edificios – y el saneamiento de Leipzig aún no ha concluido: pese a que el centro reluce con nuevo esplendor, en muchos barrios como Reudnitz, Sommerfeld o Stötteritz las casas siguen estando achacadas por el desgaste y la vejez.

Stadt Leipzig Flash-Galerie
Vista de la iglesia Thomaskirche. Die Aufnahmen sind im Oktober 2010 entstanden, Fotograf ist Sarah Steffen.Imagen: DW/Steffen

Nada es imposible

A las autoridades de Leipzig les gustan los grandes proyectos, incluso los que a primera vista parecen imposibles. En 2003 y con el eslogan “One Family”, la ciudad se presentó como candidata para organizar los Juegos Olímpicos de 2012. Aunque fracasó en su intento, la idea despertó una ola de entusiasmo y el simple empeño en lograr la adjudicación demostró que Leipzig se veía a sí misma como una ciudad de mundo en la que cualquier cosa podía suceder. Desde 2004 está en construcción un túnel que cruza la ciudad de una punta a la otra y que costará un total de 700 millones de euros. La obra es una de las más caras y relevantes de Alemania.

“Pequeño París”

Oficialmente, la ciudad de Leipzig fue fundada en 1165 y es uno de los núcleos feriales más antiguos del mundo. La urbe está orgullosa de su riqueza cultural y artística. Entre los hijos prodigio de Leipzig se encuentran el poeta Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) y el compositor barroco Johann Sebastian Bach (1685-1750).

Goethe estudió lírica durante cuatro años en Leipzig, dedicando a la ciudad y al desde entonces famoso local Auerbachs Keller –el Sótano de Auerbach– una escena en la primera parte de su tragedia Fausto. Y no sólo eso: también a Goethe le debe Leipzig el apodo “pequeño París”, con el que se le conoce popularmente.

Leipzig es música

Cada año, miles de turistas se acercan hasta Leipzig para contemplar la iglesia de Santo Tomás –en la que Bach fue cantor desde 1723 hasta su muerte–, visitar el Museo Bach o ver la Gewandhaus, la sede de la orquesta sinfónica de la ciudad. Todos quedan maravillados, con todo y que muchos ignoran el pasado de Leipzig como lugar de peregrinación para músicos, compositores y personalidades de la talla de Richard Wagner, Edvard Grieg, Robert Schumann y Felix Mendelssohn-Bartholdy.

Autor: Ronny Arnold

Editor: José Ospina Valencia