Embarazadas rusas prefieren dar a luz en Florianópolis

Anastasia Panina, de 32 años, y Dmitri Panin, de 35, (nombres ficticios) planeaban tener un bebé fuera de su país natal, Rusia. Querían para su hijo un pasaporte que le abriese más fronteras. Cuando se enteraron del embarazo, la guerra contra Ucrania los impulsó a poner la idea en práctica. El 4 de enero de este año, Gabriela nació en Florianópolis. La niña es uno de los 38 bebés de padres rusos que nacieron en 2023 en la capital de Santa Catarina, en el sur de Brasil, que se convirtió en el principal destino brasileño del turismo de parto de las familias rusas.

Turismo de parto: "Se dice de las mujeres que escogen un país para parir, sin la pretensión de establecerse en él, y sí para obtener un pasaporte para su hijo”, escribió la investigadora de la Universidad Federal de San Carlos (UFSCar) Svetlana Ruseishvili, en un artículo sobre el tema. "Los motivos de esas mujeres son variados, pero los principales son la búsqueda de mejores condiciones médicas y del acceso a la ciudadanía para sus hijos, y, eventualmente, para otros miembros de su familia”.

El asunto atrajo la atención en febrero, debido a una investigación en Argentina. La Policía Federal argentina investiga si existen fraudes practicados por una empresa que gestiona para que mujeres rusas den a luz a sus hijos en ese país.

El tema ya había sacudido a Florianópolis en 2019. En ese momento, el Consejo Tutela desconfió de los motivos que llevaron a rusas a tener hijos en la ciudad y a dejar el país inmediatamente después. En la ciudad hasta se especuló incluso con que podía ser tráfico internacional de niños. Un recién nacido llegó a ser retirado de Brasil y llevado a un refugio, donde permaneció durante 12 días.

El objetivo: ¿solo conseguir un pasaporte?

La Policía Federal, que investigó el caso, no respondió a las solicitudes de información para este reportaje. Pero en los archivos del Ministerio Público Federal consta lo siguiente en una carta: "[La investigación reveló] la ausencia de irregularidades, y concluyó que el principal interés era obtener la nacionalidad brasileña y el pasaporte para los bebés, en los términos previstos en el artículo 12, inciso I, párrafo A, de la Constitución Federal, condición que posteriormente permite a los padres y hermanos solicitar un permiso de residencia en nuestro país por reagrupación familiar […].”

El flujo de embarazadas rusas hacia Florianópolis comenzó antes de esa investigación y tuvo un auge en 2022, cuando estalló la guerra rusa contra Ucrania. El primer bebé de padres rusos nacido en la capital catarinense fue registrado en 2016, según la Asociación Nacional de Registradores de Personas Naturales (Arpen). El número fue aumentando, hasta marcar un récord de 121 bebés en 2022. En comparación con otras ciudades brasileñas, Florianópolis es la favorita.

Anastasia y Dmitri dicen que se enteraron por internet de las experiencias de parto y de las posibilidades que podía ofrecerles Florianópolis, a donde viajaron en 2022. "Una ciudad pequeña y segura”, según dicen. Antes habían visitado Río de Janeiro y Sao Paulo. Anastasia quedó embarazada en marzo en Brasil y luego volvieron a Rusia. Como la guerra en Ucrania no daba muestras de terminar pronto, crecía el miedo a que Dmitri fuera llamado a luchar. "Yo no quería participar de la guerra”, explicó Dmitri. "Quería vivir tranquilamente con mi esposa y mi hija, convivir con otras personas, trabajar con libertad”.

Con la guerra se hizo más difícil para los rusos poder entrar a Europa, y la pareja temía que todo pudiera empeorar más aún.

Además de que las parejas rusas no precisan una visa para entrar a Brasil, los niños obtienen automáticamente la nacionalidad brasileña al nacer allí, debido a que rige el Ius soli, o derecho del suelo. Y los padres del bebé también pueden naturalizarse brasileños en el plazo de un año, siempre que vivan en Brasil y realicen un examen de portugués, entre otros requisitos.

Según la clasificación del Índice de Pasaportes Henley, el pasaporte brasileño es considerado "poderoso”, y está en el puesto 19, dando acceso a 170 países, mientras el pasaporte ruso da acceso a 118. 

Un negocio lucrativo

Anastasia y Dmitri pagaron 4.000 dólares (unos 21.000 reales) para que la empresa Brazilmama organizara su ida a Brasil. Esa compañía ayuda en la compra de pasajes aéreos, en el alquiler y compra de inmuebles, así como en la traducción y organización de documentos para solicitar pasaportes y residencia. También acompañan a los rusos a las consultas médicas prenatales y hacen de intérpretes. La pareja invirtió casi otros 3.000 dólares en el pago de hospital y de un médico.

Olga Alyokhina Alves, una de las socias de Brazilmama, no quiso dar una entrevista a DW sobre el tema. Dijo que quedó "traumatizada” por la investigación de 2019. En su cuenta de Instagram posteó que "aumentó la población de Brasil en más de 200 personas”. Asimismo, hay otras páginas de internet volcadas al turismo de parto para rusas en Florianópolis.

Las historias en internet sobre partos en Florianópolis también hicieron que otras parejas se decidieran por esa ciudad de Brasil, luego de contemplar la posibilidad de un nacimiento para su bebé en Chile, Argentina o México. La alternativa de pagar a un médico particular y de que el bebé pudiera estar con su mamá durante una hora después del nacimiento, algo que crea lazos más fuertes entre ambos, en lugar de ser llevado de inmediato a ser examinado luego del parto, es otro de los factores por los cuales muchas mujeres rusas se deciden a dar a luz en un país latinoamericano.

(cp/ers)