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Irak: tiroteo entre policías y manifestantes deja 26 muertos

23 de abril de 2013

Enfrentamiento ocurrió cerca de Kirkuk, cuando las fuerzas de seguridad intentaron desalojar un campamento antigubernamental.

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Imagen: picture-alliance/dpa

En enero de este año un grupo de manifestantes levantó un campamentro en una plaza de la ciudad de Heweya, cerca de Kirkuk y 200 kilómetros al norte de Bagdad, en Irak. Su idea era protestar contra el Gobierno liderado por el chii Nuri al-Maliki, a quien los suníes acusan de reprimirlos y marginarlos. En distintas regiones se realizan estas protestas semanalmente.

Este martes (23.04.2013) policías y militares iraquíes irrumpieron en el campamento para desmanterlo, lo que generó enfrentamientos que terminaron con 26 personas muertas, 20 civiles y seis soldados, según informaciones de agencias. El ministerio de Defensa aseguró que las fuerzas de seguridad respondieron al ataque de los acampados.

Sin embargo, estos dicen que estaban desarmados cuando fueron sorprendidos, de madrugada, por los soldados, en una operación que además dejó un número indeterminado de heridos, que algunas fuentes citan en “decenas”. Los ciudadanos también acusan a las fuerzas de seguridad de haber prendido fuego a las tiendas de campaña.

Amenaza de guerra civil

Las autoridades indicaron que el desalojo se efectuó después de que "fracasaran todas las iniciativas pacíficas" con los manifestantes para que entregaran a un grupo de hombres armados que presuntamente se habría infiltrado en la protesta después de atacar un puesto de seguridad cercano.

"Varios de nuestros efectivos cayeron y murieron varios hombres armados de Al Qaeda y colaboradores baazistas", indicó el Ministerio en un comunicado. El término "baazista" es utilizado por el gobierno para referirse a los seguidores del extinto Partido Baaz de Saddam Hussein. El Ejército dijo que arrestó a 75 presuntos insurgentes e incautó armas.

El legislador sunita Walid al Mohammadi condenó el incidente y lo calificó de una "masacre", del que acusó al gobierno dominado por los chiitas. "El historial de este gobierno está lleno de fracasos. Esta acto puede desatar una guerra civil en el país". Lo sucedido este martes marca el episodio más sangriento desde las manifestaciones de los suníes.

Horas después del enfrentamiento, miembros de tribus suníes atacaron y tomaron momentáneamente el control de tres puestos de control en poblados en los alrededores de Hawija antes de que fuerzas armadas los recuperaran, dijeron fuentes militares y líderes tribales.

DZC (Europa Press, Reuters, dpa)