La impunidad es un mal que aqueja sobre todo a aquellos países y sociedades, donde la Justicia es disfuncional y no se aplica de forma consecuente.
Como consecuencia, los presuntos criminales y delincuentes no son juzgados, librándose de un potencial castigo. La imposibilidad de llevar a los responsables ante la Justicia les niega a las víctimas el derecho a la reparación.