Hecho histórico
28 de noviembre de 2007Resultados concretos
TAGES-ANZEIGER, Zúrich: “Los ministros de Relaciones Exteriores árabes no hicieron nada por ocultar que aceptaron la invitación de los EE. UU. sólo de mala gana. Y trazaron claros límites. No quieren ser sólo comparsas en un show de teatro. Apretones de manos con participantes israelíes, que en sus países pueden ser interpretados como una señal de normalización, no los habrá. Exigen resultados concretos. Quieren que Annapolis sea más que una reunión para tomar fotos”.
Papel activo
KRISTELIGT DAGBLAD, Copenhague: “La mayoría de los Estados árabes enviaron sus ministros de Relaciones Exteriores a Annapolis. Ya sólo eso es un hecho histórico. Presentándose junto a la delegación israelí y la del presidente palestino Mahmud Abbas manifestaron que apoyan a Abbas y no a Hamás en Gaza y que tienen la voluntad de asumir ellos mismos un papel activo en el proceso de paz.”
La voz de la sensatez
LA CROIX, París: "El primer ministro israelí Ehud Olmert está debilitado debido a acusaciones de corrupción; el palestino Mahmud Abbas, por los extremistas del movimiento de Hamás y el anfitrión Bush, por la guerra de Irak, que parece no querer llegar a un fin. Esas supuestas debilidades pueden llevar a que en Annapolis pueda hacerse oír la voz de la sensatez. Sin un amplio acuerdo regional e internacional no habrá progresos en las negociaciones de paz en el Oriente Próximo.”
Siria humilla a EE. UU.
SALZBURGER NACHRICHTEN, Salzburgo: “En lugar de satisfacer condiciones norteamericanas, Assad humilla a los EE. UU. enviando, a diferencia de otros participantes, sólo a su viceministro de Relaciones Exteriores. De esa forma logra un increíble acto de equilibrio: por un lado pone un pie en la puerta de la Casa Blanca, mientras que su mayor apoyo continúa siendo Teherán. Siria es la prueba de que una fría política de poder en el Oriente Próximo paga”.
Juez principal
KOMMERSANT, Moscú: “Aún cuando no se arribe a una solución, el foro es sin duda un importante paso hacia la organización de una conferencia mayor aún: la conferencia sobre el Oriente Próximo en Moscú. Por ello Rusia apoyó en los prolegómenos con todas sus fuerzas a los EE. UU. A los norteamericanos les resulta, por el contrario, difícil compartir el papel de juez principal en el conflicto de Oriente Próximo con otros actores.”