Con la llegada de Rohaní a la presidencia, se abrió una nueva relación entre la República Islámica de Irán y el resto del mundo.
Países occidentales levantaron las sanciones que habían puesto a la economía iraní, mientras que Teherán hizo concesionesen cuanto a su programa nuclear. Sin la llegada de Rohaní al poder, difícilmente hubiera sido imaginable tal apertura bilateral.