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Emma, una feminista de treinta años

Mirra Banchón26 de enero de 2007

En sus 30 años de existencia, la revista Emma "ha roto tabúes, ha hecho política y donde ha sido necesario ha actuado", dice su aguerrida fundadora, Alice Schwarzer.

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Fundadora y editora de la revista Emma: Alice SchwarzerImagen: dpa

Emma, la publicación que llevó el feminismo y los derechos de la mujer al quiosco de revistas, cumple 30 años. Los mismos derechos y las mismas obligaciones para hombres y mujeres fue siempre su base ideológica. En ese sentido, durante las tres décadas de activismo feminista de Emma ha habido mucho por hacer. "Nosotras fuimos las primeras", declara con orgullo la redactora en jefe, fundadora y arteria aorta de la revista, Alice Schwarzer. Es más, a nivel de Europa sigue siendo la única en su género, asevera Carmela Thiele en la emisora Deutschlandradio.

Los temas de la Emma

El primer número de la revista, que apareció el 26 de enero de 1977, llevaba un informe las diferencias entre asesinos y asesinas; un perfil del hombre desempleado; indicaciones de anatomía del cuerpo humano masculino y consejos prácticos para reparar cañerías. En el último número se puede encontrar una dura crítica al pascha del mes y un dossier sobre la prostitución. En su momento y cuando el tema todavía era un tabú, Emma abogó en contra de las ablaciones del clítoris y promovió la protección de las mujeres en contra de la violencia doméstica. Ya sea la bulimia y la anorexia o los salarios iguales para hombres y mujeres: en temas espinosos la Emma siempre ha estado un paso adelante.

La combativa periodista Alice Schwarzer -quien en aquellos convulsos años 70 aseveró que el grado de emancipación de la mujer se medía en la altura de sus tacones- hizo de Emma un bastión del feminismo. Su campaña en contra de la pornografía, sobre todo la infantil, le trajo el boicot de la asociación de quiscos de revistas. Éste, se supo luego, fue organizado por los grandes consorcios editoriales que tenían revistas de ese tipo en su programa.

Mujeres en el poder

Alice Schwarzer
Los tiempos cambianImagen: dpa ZB - Fotoreport

En una de sus más recientes apariciones en televisión, Alice Schwarzer pasó revista a las tres decádas de gestión de Emma e hizo hincapié en cómo han cambiado los tiempos desde que empezara la revista. El mundo cuenta ahora con una canciller alemana (a cuya campaña aportó esta pupila de Michel Foucalt, por ser mujer no por ser conservadora); con una candidata a la presidencia francesa; y con otra posible candidata a primera mandataria de Estados Unidos. El feminismo ha logrado mucho, opina satisfecha.

Alice Schwarzer, que nació en 1942 en Wuppertal, pertenece sin lugar a dudas a los personajes prominentes del país. Si así no fuera, dicen analistas, la Emma no tendría el éxito que tiene. Después de algunos años como corresponsal de diversos medios alemanes en París y haber tomado parte en el movimiento feminista francés, Alice Schwarzer volvió a Alemania. Su campaña en contra del párrafo 218 que penalizaba el aborto le trajo la celebridad. La buena y la mala, algo que ella jamás ha dejado de nutrir. Su comentario a la ablación que practicó Lorena Bobitt a su conyuge fue: "Desarmó a su marido. Una lo ha logrado. Una que contraataca. A las víctimas no les queda otra opción. Al fin".

Deutschland Medien EMMA wird 30 Alice Schwarzer
Imagen: AP

Con calificativos de "típica emancipada" o "lesbiana amargada", sus más ácidos detractores pretenden desautorizarla. En ese punto, aunque jamás ha dejado de abogar y luchar por los derechos de gays y lesbianas, Alice Schwarzer ha sabido proteger su esfera privada. Su destreza verbal, su aguerrida presencia y sus afilados análisis saben cortar cualquier intrusión.

En resumen, aunque Emma no es sólo Alice Schwarzer, probablemente no existiría sin ella. Aunque con el paso del tiempo, la combatividad ha cedido espacio a la mesura, el trabajo de Schwarzer y su Emma sigue pretendiendo la igualdad de derechos de la mujer. También a las altas esferas del poder. Y por cierto, la altura de los tacones ya no es para ella un indicador de la emancipación de la mujer: ha cambiado sus suelas al ras del suelo por elegantes botitas de un tacón moderado.