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Elecciones 2021: ¿a qué partidos apoya la escena cultural?

Annabelle Steffes-Halmer
7 de septiembre de 2021

La campaña electoral en Alemania está en pleno auge y cada vez más representantes de la cultura manifiestan su apoyo a un partido, como el pianista clásico Igor Levit y Bela B., de la banda de punk rock Die Ärzte.

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"La cultura no es todo, pero sin cultura, todo es nada", dice el afiche.
"La cultura no es todo, pero sin cultura, todo es nada", dice el afiche.Imagen: Political-Moments/imago images

"¡Voten a Willy!”, proclamaban muchas figuras de la cultura en los años 60 y 70 en Alemania, instando a votar por el socialdemócrata Willy Brandt. Una de esas figuras era la de uno los más conocidos intelectuales de la época, el Nobel de Literatura Günter Grass.

"¡Que se vaya Helmut!”, pregonaban tres décadas más tarde, cuando el socialdemócrata Gerhard Schröder estaba a punto de reemplazar al canciller democristiano Helmut Kohl, que había gobernado Alemania durante 16 años. También en ese momento, las figuras del ámbito de la cultura tenían algo que decir durante la campaña electoral. Entre otros, el ex Beatle Paul McCartney y el cineasta Martin Scorsese apoyaron internacionalmente a Schröder.

¿Cómo se perfila el respaldo de la escena cultural en esta campaña electoral de 2021, de cara a los comicios del 26 de septiembre en Alemania? Tal vez algo menos estrepitoso, pero no por eso menos destacado. El cambio climático es uno de los temas más importantes en esta campaña, y no es casualidad que los trabajadores culturales se pronuncien cada vez más a favor de Los Verdes y su candidata a canciller, Annalena Baerbock. Bela B., de la banda alemana de punk rock Die Ärzte, publicó una recomendación electoral a la que se unieron más de 30 artistas, entre ellos, la cantante Judith Holofernes, del grupo Wir sind Helden, el escritor y músico Sven Regener, el autor de best sellers Frank Schätzing, el director de cine Leander Haußmann y muchos otros.

"La humanidad se encuentra ante los mayores desafíos de su historia. La catástrofe climática, que es consecuencia del calentamiento global producido por el ser humano no es una amenaza, está sucediendo”, escribió Bela B., cofundador de la banda de punk rock alemana, en un posteo en Facebook que, hasta el momento, fue compartido 4.000 veces y tuvo más de 9.000 "me gusta”.

También el pianista clásico Igor Levit dio a conocer recientemente que quiere comprometerse con el partido ecológico alemán durante esta campaña electoral, pero no dijo de qué manera. Los otros partidos alemanes tienen, naturalmente, también el apoyo de figuras de la cultura. La escritora Juli Zeh, por ejemplo, simpatiza con el Partido Socialdemócrata, como la famosa actriz alemana Iris Berben. La actriz Ushi Glas respalda a la Unión Demócrata Cristiana (CDU), como su colega Heiner Lauterbach, ambos muy populares en Alemania. El DJ Paul van Dyk, por su parte, sorprendió al revelar que es miembro del Partido Demócrata Liberal (FDP). A primera vista, su imagen de estrella de la música tecno no deja entrever su apoyo a los liberales, que, por su programa político y económico, tienen la fama de ser el partido de los dentistas y los abogados, más que de los artistas.

El actor estadounidense George Clooney junto al entonces senador Barack Obama. (2006).
El actor estadounidense George Clooney junto al entonces senador Barack Obama. (2006).Imagen: AP

Nueva cultura del debate político

Sin embargo, en esta campaña política en Alemania no parece haber personajes prestigiosos de la cultura como los escritores Günter Grass y Martin Walser, o como Klaus Staeck, un renombrado artista del diseño gráfico político. También la arena política ha cambiado.

"Las voces de la cultura que se expresan ahora no son necesariamente grandes escritores, sino blogueros e influencers, como, por ejemplo, Rezo, extremadamente influyente si se trata de hacer trizas el programa para el cambio climático de la CDU”, explica Joachim Helfer a DW. Este escritor publicó en 2017 "Wenn ich mir etwas wünschen dürfte" (Si se me permite desear algo), un libro en el que intelectuales formulan sus deseos a la clase política.

En general, Helfer detecta en la escena cultural alemana un rechazo "a dejarse enganchar en el carro de un determinado partido”.

"En la era dorada de los años 70 y 80”, dice, las campañas electorales eran, en el fondo, debates de una cantidad limitada de personas que se reflejaban en las secciones culturales de los grandes periódicos. "Y eso era un debate nacional. Y todos leían los artículos”, añade el escritor.

"Uno por todos, todos por Willy": afiche de campaña electoral a favor de Willy Brandt en 1976.
"Uno por todos, todos por Willy": afiche de campaña electoral a favor de Willy Brandt en 1976.Imagen: picture alliance/Dieter Klar

Apoyo a políticos de famosos de Hollywood

Del otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, los artistas de Hollywood y los músicos son menos discretos a la hora de batir los tambores por sus favoritos en la política. George Clooney, por ejemplo, se manifestó a favor de Hillary Clinton y luego de Barack Obama. Clint Eastwood apoyó a Mitt Romney primero y a Donald Trump más tarde. Ariana Grande respaldó públicamente a Bernie Sanders, y Cher, a Joe Biden.

Una intromisión tan masiva de figuras de la cultura en la política parece impensable en la Alemania de la década de 2020. Pero ¿cuál es la causa? "La diferencia más importante es que en EE. UU. gana el voto de la mayoría”, dice Joachim Helfer. Mientras en Alemania gana el partido que obtenga la mayoría absoluta, es decir, más de la mitad de los votos, en EE. UU. alcanza con que un candidato o candidata se lleve la mayoría de los votos del electorado de los respectivos estados, bajo el lema de "el ganador se lleva todo”. Entonces puede suceder, como en el caso de Donald Trump, que gane un candidato que no obtuvo la mayor cantidad de votos en términos porcentuales.

"Por eso muchos ciudadanos estadounidenses tienen la sensación de que, si gana ‘el otro lado' ya no son ciudadanos de su país”, explica el autor. "Con una polarización tan brutal del sistema electoral, al final se trata de una cuestión de supervivencia”.

Una cuestión de supervivencia -al menos, de supervivencia en la cancillería alemana- serán estas elecciones para la conservadora CDU. A fecha de hoy, los resultados en encuestas para los democristianos son lamentables. En general, el resultado de estos comicios en Alemania es aún incierto. Tal vez en la última curva antes de las elecciones, más representantes de la cultura hagan un llamado a votar a determinado partido en la tradición de Günter Grass y otros de su época.

(cp/ms)