Durante años se han eliminado residuos de forma ilegal en Europa, un millonario negocio que no solo destruye la naturaleza. La capital de Rumanía, Bucarest, a menudo se ve envuelta en una niebla tóxica proveniente de la quema de basura traída desde Alemania.
Reciclar es costoso. Por eso los residuos a menudo se queman o se entierran: desde neumáticos, hasta baterías o asbesto. Esta práctica, muy lucrativa para algunos, enfrenta cada vez más resistencia a nivel mundial. También en Rumanía. Allí, el activista medioambiental Octavian Berceanu persigue a los traficantes de basura. El antiguo comisario de la policía ambientalista asegura que son "estructuras del crimen organizado”. También el fiscal rumano Teodor Nita investiga la mafia de los residuos con apoyo de la Agencia de Policía de la UE, Europol. Pero no es fácil comprobar los delitos y la complicidad entre empresas, intermediarios y clientes. Un reportaje de Lavinia Pitu y Adrian Mogos.