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Dopaje: patrocinadores de cortas miras

Jennifer Abramsohn / PK1 de febrero de 2007

Un escándalo de dopaje es una pesadilla para atletas y aficionados al deporte. Pero los que más sufren son quizás los patrocinadores de los atletas. No obstante, su estrategia antidopaje es de bastante corto plazo.

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Muestra de orina es preparada para un control.
Prueba de dopaje: ¿reaccionar en lugar de actuar?Imagen: AP

El jueves (01.02.07) entra en vigor una convención internacional de la UNESCO contra el dopaje. Si bien es improbable que termine con el problema del doping a corto plazo, es la primera vez que los gobiernos del mundo enfrentan el problema con una disposición internacional.

La Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte fue adoptada por unanimidad por la Conferencia General de la UNESCO el 19 de octubre de 2005. Ahora entra en vigor dado que Luxemburgo depositó el 11 de diciembre de 2006 su instrumento de ratificación, que completa las 30 ratificaciones necesarias.


La nueva Convención permite armonizar los reglamentos contra el dopaje de todos los países y para todos los deportes. “Hasta ahora, los casos de doping han sido manejados por las autoridades deportivas. La convención los pone en mano de los jueces de cada país”, dice Christoph Breuer, profesor de gestión deportiva de la Academia de Deportes de Colonia.

Enormes músculos
Enormes músculos: ¿todo natural?Imagen: AP

Patrocinadores siguen sus propias reglas

Pero los patrocinadores comerciales, que invierten millones en la imagen del deporte limpio, se han mantenido hasta ahora más bien al margen de esos esfuerzos, abordando el problema de su propia manera. Apuestan más por la reacción que por la acción.

“A menudo, cuando un deportista es suspendido, la primera reacción de un sponsor es tender más bien a protegerlo, pero una vez que las acusaciones revelan ser ciertas, se distancia de él”, dice Breuer.

Jan Ullrich
Jan Ullrich: problemas con T-Mobile.Imagen: AP

Uno de los ejemplos más claros es el caso de Jan Ullrich. El ciclista alemán fue echado por su patrocinador, la empresa de telecomunicaciones T-Mobile, poco antes del comienzo del Tour de France del año pasado, debido a acusaciones de dopaje en España contra Ullrich en un sonado caso.

La empresa tomó medidas drásticas, se distanció públicamente de Ullrich e hizo todo lo posible para limpiar la imagen del resto del equipo. Además contrató a un médico para evaluar y controlar continuamente los métodos de entrenamiento de los corredores. Y por último prometió ayuda financiera a la Agencia Alemana Antidopaje (NADA).

Dos objetivos de marketing

No obstante, todo parece indicar que la asistencia financiera a las agencias antidoping no es para las empresas un componente esencial de su estrategia en la lucha contra el dopaje.

“Las empresas tienen dos objetivos de marketing cuando patrocinan a deportistas: aumentar su grado de conocimiento y mejorar su imagen. La ayuda a las agencias antidopaje es visto más bien con un patrocinio social que deportivo”, resalta Breuer.

Y agrega que “no se puede esperar que las empresas inviertan en algo que no les ayuda a lograr sus objetivos”. ¿Pero no beneficiaría un deporte limpio en general a los patrocinadores? “En principio sí, pero las empresas tienden a pensar en términos de corto y no de largo plazo”, concluye Breuer”.