Fiebre del diamante: la brillante historia cultural de la piedra más dura del mundo.
Son un símbolo de glamour, estatus y romanticismo. Adornan las cabezas de reyes y reinas. Y brillan en los dedos, cuellos y hasta dientes de innumerables artistas de hip-hop.
Estas piedras preciosas se comercializan desde hace más de 2000 años. Las primeras llegaron a Europa procedentes de la India y rápidamente se convirtieron en objeto de deseo y símbolo de eternidad.
En esta edición de Cultura, la reportera de DW Karin Helmstaedt viajó a Sudáfrica, uno de los principales países de extracción del diamante. En las profundidades de la mina de diamantes de Cullinan, a más de 800 metros bajo tierra, nos muestra dónde se formaron los diamantes hasta tres mil millones de años atrás. Allí también, en 1905, se encontró el diamante más grande del mundo hasta la fecha.
En Amberes, Bélgica, Karin visitó el Museo DIVA, donde se exponen magníficos diamantes y joyas, testimonio de siglos de trabajo artesanal. Allí nos explican cómo se convirtió Amberes en la capital mundial del diamante y por qué el negocio estuvo dominado durante mucho tiempo por comerciantes y talladores de diamantes judíos.
A unos 130 kilómetros, en Ámsterdam, aprendemos sobre el arte de tallar diamantes.
Pero también echamos un vistazo detrás de la brillante fachada de esta piedra preciosa: en África, en particular, el capital que generan los diamantes se ha utilizado repetidamente para financiar conflictos violentos.
"Un diamante es para siempre": ésta era la campaña publicitaria de una famosa empresa de diamantes. Pero, ¿es cierto? Mientras tanto, hoy en día los diamantes sintéticos -es decir, los producidos en laboratorio- compiten con los naturales, ya que se consideran más respetuosos del medio ambiente, y también son más aceptables socialmente.
Déjese inspirar por la fiebre del diamante y acompáñenos en un viaje por el pasado y el futuro de esta codiciada piedra preciosa.