Cuando la felicidad llega por Twitter
6 de abril de 2011Sobre los clichés se han escrito muchas líneas a lo largo de la historia, líneas que normalmente tienden a reflejar por lo menos en cierta forma la realidad. Inventada o ficticia pero al fin y al cabo una realidad. Es por eso por lo que generalmente todos relacionamos a los franceses con l´amour y el vino, los españoles con la paella y la siesta, los argentinos con su ego o los alemanes con la seriedad y el trabajo. Pero… ¿siempre son así de serios y fríos los alemanes?
No es esto precisamente lo que se deduce de las conclusiones de un estudio realizado por Alex Davies, estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge, en base a los comentarios en la red social Twitter. De 25 nacionalidades estudiadas, los alemanes resultaron ser los más felices dentro de la comunidad, seguidos por holandeses, mexicanos y estadounidenses. Por el contrario, una nota mucho más pesimista lograron los suecos, colombianos, argentinos y canadienses, situados en la cola como los twitteros más infelices.
Semántica emocional en 140 caracteres
Pero… ¿pueden reconocerse los estados emocionales a través de Twitter? Markus Trapp, autor de “Text und Blog”, reconoce que sucede incluso en su propio perfil: “Está claro que reservamos emociones para la esfera privada. Pero cuando estoy en un partido de fútbol y tuiteo, mis textos son muy emocionales”. “Algunos estados de ánimo pueden identificarse claramente a través de ciertas experiencias narradas en Twitter”, precisa Benedikt Köhler, especialista en Medios Sociales.
Irónicamente felices
En referencia a los resultados del estudio, ambos se muestran sin embargo un tanto reservados. “El estudio es interesante. Pero creo que calcular el grado de felicidad en base a las palabras utilizadas es una conclusión demasiado rápida. A los alemanes les gusta el sarcasmo y la ironía y un emoticón sonriente no indica siempre algo positivo”, dice Köhler. “Si alguien escribe adoro cuando suena el despertador, no siempre quiere decir que se esté alegrando por ello”, comenta Trapp.
Sea cierto el estudio realizado por Davies o no, está claro que el usuario deja su huella personal e incluso emocional cada vez que utiliza la red social. Sin embargo, hasta que los alemanes puedan cambiar su fama internacional, seguramente habrá que esperar.
Autor: José A. Gayarre
Editor: Pablo Kummetz