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¿Pueden las cortes alemanas anular las nuevas restricciones?

Ben Knight
2 de noviembre de 2020

Alemania entra en un confinamiento parcial que plantea importantes preguntas sobre los derechos básicos de las personas. ¿Podrían los tribunales exigir que se abran los restaurantes de nuevo?

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Justitia mit Pendelwaage
Imagen: picture-alliance/Ulrich Baumgarten

Los tribunales alemanes se ven inundados por un aumento de denuncias contra las restricciones impuestas por elgobierno y, a diferencia de lo que ocurrió al principio de la pandemia, ahora se están involucrando más.

El abogado berlinés Niko Härting ha estado asumiendo algunos de estos desafíos legales, y su carga de trabajo se ha acumulado en la última semana. Cientos de restaurantes, hoteles, gimnasios, escuelas de yoga, estudios de tatuajes y otros negocios han llamado a su oficina pidiendo consejo. "Les decimos a todos que será una dura lucha", cuenta a DW. "Porque hasta ahora en la pandemia los tribunales han sido muy cautelosos a la hora de levantar las medidas".

Pero ha habido nuevas señales más recientemente, ha notado Härting. Recientemente ha habido un aumento en los fallos que han examinado más de cerca las medidas. ... Confiamos en la fuerza de nuestros argumentos."

Libertad, proporcionalidad, igualdad

Esos argumentos tienen tres vertientes: está la cuestión constitucional de si el Gobierno está usando correctamente la ley pertinente - la "Ley de Protección de Infecciones" - , o si de hecho está forzando medidas pasando por alto al Parlamento. El segundo artículo de la Constitución de Alemania deja claro que la libertad es un derecho básico, y que las restricciones son excepciones impuestas por los legisladores: "La libertad de la persona será inviolable. Solo se podrá interferir en estos derechos en virtud de una ley".

En segundo lugar, está la cuestión de la "proporcionalidad", es decir, si las medidas son razonables y justificables. Muchos cines y teatros, por ejemplo, han señalado que no se han detectado infecciones en ellos. Mientras tanto, varios propietarios de restaurantes también han sostenido que los establecimientos solo deberían cerrar si se demuestra que hubo realmente infecciones. El lunes pasado, la canciller Angela Merkel señaló que las autoridades sanitarias han demostrado ser incapaces de rastrear la fuente del 75% de las infecciones de coronavirus en Alemania.

Restaurantes, bares y gimnasios deben cerrar de nuevo.
Restaurantes, bares y gimnasios deben cerrar de nuevo.Imagen: K. Schmitt/Fotostand/picture alliance

El tercer argumento es la inconsistencia: muchos alemanes están desconcertados por lo que está y no está permitido. Se permite a la gente reunirse en escuelas, iglesias, oficinas, en el transporte público, e incluso se les permite visitar peluquerías. Esto viola potencialmente el tercer artículo de la Ley Fundamental, que establece la igualdad ante la ley.

¿Quién puede presentar una demanda contra las medidas?

Pero las cuestiones constitucionales son controvertidas en sí mismas, y no significan que las medidas del gobierno puedan ser revocadas instantáneamente por un juez: por un lado, la carga de la prueba sigue recayendo en el ciudadano que tiene que demostrar que sus derechos individuales están siendo violados por una ley determinada, y que está sufriendo un daño material.

Ese obstáculo podría ser superado por muchos negocios, dado que están a punto de enfrentarse a un mes de caída de los ingresos mientras ven a otros minoristas hacer negocios como de costumbre. ¿Dónde está la igualdad constitucional en este caso?

"El problema es que los ciudadanos tienen derechos fundamentales, y esos se están vulnerando", dice Paulina Starski, investigadora del Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional de Heidelberg. "Pero los impactos pueden ser justificados. Se puede discriminar entre empresas, por ejemplo, si se persigue un interés legítimo".

En este caso, el interés legítimo del Estado es bastante claro: mantener la salud pública, es decir, preservar la vida de otras personas. Este último punto es vital, ya que la vida humana está ligada directamente al derecho más fundamental de la constitución alemana, el artículo 1, que efectivamente se antepone a todos los demás: "La dignidad humana es inviolable". "Sin embargo", explica Starski, "todas las restricciones tienen que ser proporcionadas".

¿Qué es lo proporcionado?

Los tribunales alemanes tienen el poder de sopesar cada una de las medidas, es decir, todo: desde la obligación de llevar una mascarilla hasta si los bares tienen que cerrar a una cierta hora. Esto ocurrió en el estado sureño de Baden-Wuerttemberg, donde un tribunal anuló la prohibición del gobierno estatal sobre las estancias en hoteles, alegando que la medida era desproporcionada.

El problema para los tribunales es, por supuesto, que el coronavirus presenta circunstancias sin precedentes: ¿Cómo pueden saber si una medida particular es apropiada o no? "Los tribunales a menudo se mantienen reservados en eso", dice Starski. "Ellos dicen: no sabemos exactamente, y no podemos ponernos en el lugar de los legisladores, porque esa es una decisión que debe ser tomada en un discurso político."

Las cosas han cambiado desde marzo, sin embargo, ya que los científicos saben más acerca de lo mortal que es el COVID-19, y cómo se propaga, y cada vez más tribunales se atreven a mirar más de cerca. Al mismo tiempo, los abogados también se están poniendo al día con la situación y llegan a la conclusión de que, como dice Starski, "cuanto más intenso sea el impacto sobre los derechos fundamentales, más fundada tiene que ser la base jurídica. Y creo que el aspecto de la base jurídica todavía deja un poco que desear".

(gg/er)