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Beethovenfest: regreso al futuro

17 de agosto de 2011

El bicentenario del nacimiento de Liszt ha dejado su huella en la programación de la edición 2011 del Festival Beethoven de Bonn, que tendrá lugar entre el 9 de septiembre y el 9 de octubre.

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Logo del Festival Beethoven 2011: Música del futuro
Logo del Festival Beethoven 2011: Música del futuro

Se trata de una tradición que se remonta 166 años atrás: en 1845, Franz Liszt organizó en la casa de Beethoven un festival musical de tres días de duración para festejar los 75 aniversario del nacimiento del genio. La ciudad de Bonn erigió entonces una estatua en el mercado central para conmemorar esta señalada fecha.

Liszt no era solo un talentoso compositor y virtuoso pianista, sino que también tenía dotes para la gestión cultural y su figura ha sido la inspiración de la actual directora del Festival Beethoven. "Es todo un honor el hecho de que Franz Liszt fuera el fundador y predecesor del Festival. Como compositor, era una estrella de la época e idolatraba a Beethoven", explica Ilona Schmiel a Deutsche Welle. "Aunque se hizo rico con sus exhibiciones de virtusismo pianístico, quiso también hacer algo por la sociedad".

Retrato de Liszt (1839), por Henri Lehmann
Retrato de Liszt (1839), por Henri Lehmann

Estrellas del pasado y del presente

"Zukunftsmusik" es el lema de la edición 2011 del Beethovenfest. Se trata de un leitmotiv de múltiples resonancias. Aunque su traducción sería "Música del futuro", en un sentido amplio el término puede interpretarse como las expectativas y las esperanzas que nos depara el porvenir. "Zukunftmusik" es también una forma nueva de abordar la música de la segunda mitad del siglo XIX. Liszt, junto con Wagner, contribuyó a consolidar en su época un nuevo estilo, que produjo, entre otros géneros, el poema sinfónico.

El 24 de septiembre tendrá lugar la Liszt Night, a lo largo de la cual se podrá disfrutar de las múltiples facetas presentes en el corpus del compositor húngaro en cinco escenarios distintos. La música popular húngara resultó siempre inspiradora para el virtuoso pianista. El Festival ha invitado a diversos músicos influidos por tradiciones del este de Europa, como la agrupación de Frankfurt Filarmónica de Sinti y Roma, así como a los Gipsy Devils, con Paul Gulda y Goran Bregovic.

A ellos se unirán estrellas del firmamento clásico, como la violinista Anne-Sophie Mutter y los pianistas Murray Perahia, Hélène Grimaud y Arcadi Volodos. Habrá orquestas de prestigio, como la Sinfónica de Pittsburg, dirigida por Mandred Honeck, la Sinfónica de Londres, con Colin Davies y John Eliot Gardiner a la batuta, y la Orquesta del Festival de Budapest con Ivan Fischer. Diversos solistas reconocidos debutarán en el Beethovenfest 2011, como el violinista alemán Julian Rachlin y la organista letona Iveta Apkalna, que ganó en 2005 el Premio ECHO al instrumentista del año.

Un Festival que crece

El Festival albergará un total de 62 conciertos en 24 escenarios de Bonn y alrededores. Aún no está en proyecto la construcción de nueva sala para el Beethovenfest, aunque sus dimensiones internacionales ya han sobrepasado con creces la actual Sala Beethoven. Pero las arcas del Festival están bien saneadas. La contribución de Bonn ha alcanzado en esta edición los 400.000 euros, un tercio del presupuesto total, estimado en 1,6 millones de euros. Los organizadores esperan que la venta de las 45.000 entradas suponga otro tercio de los ingresos y que los patrocinios aporten el tercio restante.

Una actuación especial en el proyecto Campus Orchestra

Deutsche Welle, uno de los principales patrocinadores del festival, participa en el proyecto Campus Orchestra, de carácter anual, que consiste en invitar a una joven orquesta de otro país para tocar en Bonn. Este año, la invitada es la Joven Orquesta Nacional de Iraq, que fue fundada en 2008 por músicos kurdos y árabes. Su concierto tendrá lugar el 1 de octubre en el mercado central de Bonn y será transmitido en directo por internet. Según Ilona Schmiel, se trata de una participación extraordinaria: "Resulta asombroso cómo se ha puesto en marcha esta formación en Iraq, un país en el que no hay una gran tradición de música clásica occidental", dice Schmiel. "Me da la sensación de que los jóvenes iraquíes tienen ganas de contribuir a su país no solo con su trabajo, sino también por medio de un lenguaje que no tiene fronteras, el de la música". Schmiel cree que este es un mensaje vital en esta época de conflictos políticos: "Si el proyecto Campus Orchestra puede ayudar a cambiar la imagen de un país, nos encontramos ante algo más que simplemente música", concluye.

Autor: Rick Fulker/María Santacecilia
Editor: Pablo Kummetz