El cardenal alemán Clemens August von Galen (1878-1946), quien durante la dictadura nazi denunció públicamente los programas de eutanasia de Hitler, fue beatificado hoy en la basílica de San Pedro, en Roma.
Un tapiz con la imagen de von Galen, en la ceremonia de beatificación.
En 1941, las fuerzas aliadas difundieron en octavillas y cuadernos tres de sus homilías, en las que criticó las actuaciones de la Gestapo contra instituciones católicas y conventos, así como la llamada "acción T4", iniciada por los nazis a finales de los años 30 para eliminar en secreto a disminuidos psíquicos.
En el marco de dicha acción, cuyo nombre en clave proviene de la Tiergartenstrasse 4, la dirección desde la que fue dirigida, los funcionarios del régimen, en cooperación con los médicos, mataron hasta finales de 1941 a más de 70.000 personas, principalmente a través de inyecciones letales o gases venenosos, y luego incineraron sus cuerpos.
La operación sin embargo acabó siendo suspendida ante la imposibilidad de mantenerla en secreto y ante las protestas públicas, lideradas por Von Galen, quien llegó a presentar a título personal denuncias por asesinato tras la muerte de minusválidos.
Denuncia de la eutanasia
"Desde hace meses escuchamos informaciones de que de los hospitales y centros para disminuidos psíquicos son trasladados forzosamente pacientes que están enfermos desde hace tiempo y que tal vez parecen incurables. De manera regular reciben los familiares poco después una notificación de que el enfermo murió, se incineró el cadáver y las cenizas pueden ser entregadas", narró Von Galen en una de sus homilías.
Según documentos publicados después del fin de la guerra, los nazis decidieron que no debería ser ejecutado hasta "después de la victoria final", para evitar que se convirtiera en un mártir de la resistencia. Otros religiosos críticos de la dictadura corrieron otra suerte.
Entre ellos se encontró el sacerdote Bernhard Lichtenberg (1875-1943), quien en sus homilías había secundado las ideas de Von Galen. Lichtenberg, preboste de la catedral de Berlín, fue arrestado en 1941 y condenado a prisión, donde murió dos años después. Juan Pablo II lo beatificó en 1996.