Beatificación polémica
3 de octubre de 2004
La beatificación de Carlos I de Habsburgo el último emperador de Austria es muy polémica. El Papa destacó en su breve sermón que el emperador era "un amigo de la paz" que veía a la guerra como algo terrible. “Carlos I intentó acogerse a las iniciativas de paz del Vaticano durante la I Guerra Mundial”, dijo. Desde el principio el emperador Carlos entendió su gobierno como "un servicio sagrado a sus pueblos", según el mensaje papal, y por eso debe ser un modelo para los actuales políticos en Europa.
En Austria la beatificación generó un fuerte debate porque algunos acusan al monarca de ser responsable del uso de gas venenoso durante la contienda mundial. Además nunca reconoció la república e intentó reinstaurar la monarquía al derrumbarse el imperio.
La beatificación de Carlos I fue un deseo personal de Juan Pablo II. El padre del Papa, Karl Wojtyla, fue oficial polaco y luchó durante la Primera Guerra Mundial en las filas del ejército austro-húngaro. En honor del emperador Carlos I, bautizó a su hijo con el nombre de Karol Wojtyla.
Beatifican a monja alemana
Igual de polémica resulta la beatificación de la mística alemana Anna Katharina Emmerick que aseguraba haber tenido visiones de los sufrimientos de Jesús. El poeta Clemens Brentano elaboró de forma literaria sus experiencias, que luego fueron el origen de la polémica película "La pasión de Cristo" de Mel Gibson.
La monja es controvertida no sólo porque la Liga Antidifamación de Nueva York afirma que sus declaraciones contienen elementos antijudíos.
Anna Katharina Emmerick vivió de 1774 a 1824. Hija de pobres campesinos de la ciudad alemana de Münster gozo siempre de una muy mala salud. Mucho antes de que en 1809 afirmara tener visiones de la crucifixión, Emmerick fue blanco de acalorados debates en el seno de la iglesia por presentar estigmas en manos y pies, que se sospechaba se causaba ella misma. También sus relatos en el sentido de que se le aparecía frecuentemente una cruz roja sobre la cama causaban ya entonces más extrañeza que asombro.
460 santos en 25 años
Con su beatificación, el papa Juan Pablo II rehabilita a ambos personajes. Según el rito católico antes de poder beatificarlos debe comprobarse que los candidatos han cometido un milagro. En el caso de Anna Katherina Emmerick, la iglesia justifica su beatificación indicando que respondió a los rezos de una monja enferma de tuberculosis a la que salvó en 1860, 36 años después de su muerte.
También Carlos I, según la explicación del Vaticano, devolvió la salud a una monja brasileña que le rezó. Según la iglesia católica un milagro se concreta cuando una persona viva pide ayuda a un muerto y recobra la salud.
Durante su pontificado de 25 años Juan Pablo II ha beatificado a más de 1.300 personas y santificado a 460.