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Argentina y Gran Bretaña, una relación difícil

Gabriela Selser
8 de septiembre de 2022

La Cancillería de Buenos Aires reaccionó al deceso de la reina Isabel II enviando un escueto mensaje de condolencias "al pueblo británico y a su familia".

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Soldados argentinos capturados por la Marina Real británica durante la guerra de las Malvinas (abril-mayo 1982).
Soldados argentinos capturados por la Marina Real británica durante la guerra de las Malvinas (abril-mayo 1982).Imagen: PA/empics/dpa/picture alliance

Las relaciones entre Argentina y Gran Bretaña han estado marcadas por tensiones diplomáticas, derivadas de una antigua e irresuelta disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, como las llama Argentina, o Falklands, como Inglaterra conoce a ese archipiélago en el sur del continente americano.

Seguramente por ello, la reacción del gobierno de Alberto Fernández ante el deceso de la reina Isabel II, este jueves, fue simplemente diplomática: "Argentina expresa su pesar por su fallecimiento y acompaña al pueblo británico y a su familia en este momento de dolor”, según expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores en su cuenta de Twitter.

Otros políticos y funcionarios argentinos externaron su pesar por el fallecimiento de la longeva monarca británica, si bien ninguno de ellos evocó de forma inmediata la guerra que enfrentó a ambos países en las Malvinas y que cumplió 40 años el pasado 2 de abril.

"Las Malvinas fueron, son y serán argentinas”, proclamó Fernández ese día, durante una ceremonia oficial en la que rindió homenaje a los 649 jóvenes soldados muertos en el conflicto bélico, donde también perdieron la vida 255 británicos y tres isleños.

Han sido largos años de conflicto en torno al archipiélago de 11.719 km2, situado a unos 600 km de la costa patagónica y que el Reino Unido ocupa desde 1833. Para Argentina, su reclamo es legítimo y la presencia militar británica no es más que una "injustificada y desmedida” ocupación extranjera.

"Las Malvinas son parte de nuestro territorio nacional. Siempre fueron argentinas y jamás cederemos en nuestros reclamos”, insistió Alberto Fernández.

La disputa tiene se originó hace más de 500 años: según la Cancillería argentina, las islas fueron descubiertas en 1520 por la expedición del navegante portugués Fernando de Magallanes, al servicio de España; pero el Gobierno británico asegura que lo hizo el navegante inglés John Davies, en 1592.

Las tensiones escalaron con el tiempo y se agudizaron bajo la dictadura que tomó el poder en Argentina mediante un golpe militar en marzo de 1976, encabezada por el general Jorge Videla, cuyo sucesor, Leopoldo Galtieri, llevó a la confrontación militar con Gran Bretaña.

La desigual guerra en las Malvinas, con una superioridad de fuerzas británicas, comenzó el 2 de abril de 1982 con la ocupación de puerto Stanley por parte de tropas argentinas, y terminó el 14 de junio de ese año, con la rendición del ejército sudamericano.

El golpe más duro para Argentina fue el naufragio, el 2 de mayo de 1982, del crucero ARA General Belgrano, cuyo hundimiento al fondo del Atlántico provocó la muerte de 323 marinos muertos, la mitad de los soldados argentinos caídos en la guerra.

El ARA General Belgrano había sido enviado a la zona solo 15 días antes, con la misión de impedir el ingreso de buques ingleses. Fue atacado por el submarino nuclear británico HMS "Conqueror" a 35 millas al sur de la zona de exclusión fijada por Gran Bretaña alrededor de las Malvinas.

El naufrafgio del buque de guerra General Belgrano, por un ataque inglés, provocó la muerte de más de 300 marinos argentinos.
El naufrafgio del buque de guerra General Belgrano, por un ataque inglés, provocó la muerte de más de 300 marinos argentinos.Imagen: AP Photo/picture alliance

La victoria militar británica abrió camino a la reelección, en 1983, de la primera ministra Margaret Thatcher (apodada la "Dama de Hierro"), quien durante la guerra contó con el apoyo de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Francia y Japón.

Pese a la derrota de su ejército en el campo de batalla, los argentinos vieron caer, ese mismo año, a la dictadura responsable de flagrantes violaciones de derechos humanos y de la "desaparición” de más de 30.000 personas bajo el régimen militar.

Aunque Londres y Buenos Aires restablecieron sus relaciones diplomáticas en 1990, para Gran Bretaña el asunto es caso cerrado y se rehúsa a negociar con las autoridades argentinas cualquier tema relativo a la soberanía sobre las Malvinas.

Para el influyente diario argentino "El Cronista”, el gobierno de Fernández deberá examinar el panorama que se abre tras el deceso de la reina Isabel II y la reciente asunción de la nueva primera ministra británica Liz Truss, quien ha formulado duras declaraciones en torno a la disputa sobre el archipiélago.

"El análisis que hacen desde el Ejecutivo es que los próximos tres meses serán claves para una mandataria que asciende con múltiples condicionamientos políticos y económicos, tanto a nivel interno como externo. En ese escenario, y más allá del discurso duro que ensayó Truss sobre Malvinas cuando estaba a cargo de las relaciones exteriores en la gestión de Boris Johnson, las previsiones es que no debiera agudizar el panorama”, señaló el periódico.

(cp)

40 años de la guerra de Malvinas