Voraz incendio en el norte de Alemania
Cerca de 2.000 personas intentan apagar un gran incendio forestal en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. La ubicación del fuego y la dirección de los vientos dificultan las labores de los rescatistas.
Peligro por municiones
Mecklemburgo-Pomerania Occidental sufre los efectos del incendio forestal más grave de toda su historia. La policía cree que el fuego fue provocado. Las llamas afectan sobre todo a un antiguo campo militar, al sur de Schwerin. En la zona se almacena gran cantidad de municiones, lo cual también dificulta apagar el fuego.
Guardando distancia
Según el ministro estatal de Medio Ambiente, Till Backhaus, en el campo militar se hallan no solo municiones y granadas, sino también grandes cantidades de explosivos del tiempo de la Segunda Guerra Mundial. Por razones de seguridad, los bomberos solo pueden acercarse hasta un kilómetro del territorio incendiado.
Viento cambiante
Con ayuda de tanques y helicópteros especiales para apagar incendios, se busca sofocar las llamas que constantemente son inflamadas por el viento. Este sopla con furia sobre un área de cerca de 600 hectáreas. Esto equivale a una décima parte de la extensión total del antiguo campo militar. Los vientos cambiantes que se registran en esa zona dificultan el trabajo de cerca de 2.000 rescatistas.
Traslado a zona segura
Los vientos giran a velocidad tal, que no se puede hacer un pronóstico preciso de cómo afectarán la dirección en que se propaga el fuego. Por eso, cuatro poblados han sido evacuados de manera preventiva: Alt Jabel, Jessenitz-Werk, Trebs y la pequeña comunidad de Volzrade. Todos quedan a cerca de 50 kilómetros de Schwerin.
Rodear al fuego
Más de 700 personas han sido evacuadas hasta el momento. El trabajo de los cuerpos de rescate se concentra en gran parte en mantener a raya el fuego, para que no llegue a los pueblos cercanos. Lo han logrado. "Ahora pasamos a la ofensiva", dice el comandante local, Gerd Josef Krop.
Sueño interrumpido
Selina, de 15 años, fue evacuada de Jessenitz-Werk la madrugada del lunes, junto con sus cinco hermanas, sus padres y su abuela. "No me he percatado de mucho, pero estoy segura de que pronto regresaremos a casa", dice la joven. Mientras esto sucede, ella duerme, junto con otros 25 evacuados, en un recinto deportivo cerrado del lugar.
Recabando ayuda
Se prevé incrementar los recursos con los que se combate este gran incendio forestal. El número de helicópteros de rescate subirá de 4 a 8. Diez carros de bomberos serán destinados a humedecer las veredas cortafuegos de la zona. Los bomberos contarán con apoyo de las Fuerzas Armadas alemanas para estas labores.