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Videojuego sobre la guerra en Ucrania: el límite ético

Roman Goncharenko
30 de mayo de 2023

¿Mal gusto o atino? Un nuevo videojuego en el que soldados ucranianos atacan a Rusia con drones desató un debate. DW habló con expertos sobre los límites éticos de representar una guerra real en un escenario virtual.

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Un dron vuela en una escena del nuevo videojuego "Death from Above".
Escena del nuevo videojuego "Death from Above".Imagen: Hendrik Lesser

Una compañía alemana creó un videojuego llamado Death from Above (Muerte desde arriba), sobre la guerra en Ucrania. Fue lanzado el 25 de mayo de 2023 en la plataforma Steam en modo early access, es decir, que aún está en la fase de desarrollo.

Algunos lo consideran de "mal gusto". Otros, en cambio, elogian su "enfoque satírico" y comparan el juego con la película de Charlie Chaplin "El gran dictador" y su parodia de Hitler.

"Es un juego de propaganda", explica a DW Hendrik Lesser, videojugador y propietario de la empresa independiente Remote Control Productions, de Múnich, que agrupa a más de 12 compañías más pequeñas del sector de videojuegos en seis países. "Hicimos conscientemente un juego simple, que todos pueden jugar, en el que tomamos una postura clara. Hasta cierto punto, se trata de una confrontación con el tema", añade.

El jugador toma el rol de un soldado ucraniano que maneja un dron y bombardea tecnología de guerra de  Rusia y a soldados rusos, logrando reestablecer finalmente la comunicación militar por radiofrecuencia.

La "Santa Jabalina" de EE. UU.

La primera versión del juego es bilingüe, en inglés y ucraniano. Durante 90 minutos, el jugador lanza bombas sobre los tanques rusos marcados con las letras "V" y "Z", pero también sobre los que se denominan "fuerzas de ocupación rusas" en la descripción.

La acción se desarrolla en lugares ficticios. El juego está salpicado de símbolos ucranianos: hay un campo de girasoles y el dron deja un rastro con los colores de la bandera nacional.

También hay alusiones, que Lesser llama "humorísticas", como un meme de "Santa Jabalina" (como Ucrania llama al misil antitanque estadounidense FGM-148 Javelin), o un cartel de persecución de la Corte Penal Internacional con la imagen del presidente ruso, Vladimir Putin.

El desarrollador ve su juego como parte de la llamada tradición NAFO, una comunidad de internet proucraniana que lucha contra la propaganda rusa y es conocida por sus memes. El acrónimo significa "North Atlantic Fellas Organization" (Organización de Muchachos del Atlántico Norte) y es una asociación de miles de usuarios de internet que usan Twitter para luchar contra las campañas de desinformación rusas. Su marca de identificación es el logo de un perro.

El diseño y la música fueron creados por artistas ucranianos, como la banda Antytila (Anticuerpo), conocida por haber tocado con la legendaria banda irlandesa U2 en el metro de Kiev. La canción "Mi halcón" (así se llama el juego en versión ucraniana) es telón sonoro del videjuego.

Escena del videojuego "Death from Above".
Guerra con drones en Ucrania, en el videojuego "Death from Above".Imagen: Hendrik Lesser

¿Parte de la guerra de la información?

"Quizás sea un poco de mal gusto reproducir una guerra que aún tiene lugar en un juego relativamente trivial", opina Benjamin Strobel, psicólogo y experto en un proyecto de videojuegos de Kiel, en entrevista con DW. Además, Death from Above puede ser criticado por su mezcla de "activismo político" con "intereses económicos", dice.

Por otra parte, Strobel elogió a los programadores por admitir abiertamente que se trata de propaganda a favor de Ucrania, y considera que el videojuego es "parte de la guerra de la información" en el marco de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania. "Como sociedad, debemos responder a la pregunta de si queremos ser parte de esa guerra de la información", advierte el psicólogo.

"Si el videojuego refleja la situación en el campo de batalla, donde lucha un Ejército contra otro Ejército, eso es justificable", sostiene, por su parte, Diana Dutsyk, directora del Instituto Ucraniano de Medios y Comunicación, y miembro de la Comisión para la Ética Periodística.

Sin embargo, no sería defendible "si el videojuego provocase violencia contra civiles por motivos étnicos", aclara. Al igual que, por ejemplo, los llamamientos "a matar ucranianos” en la televisión rusa.

Recolectar dinero para comprar drones

Lo más importante, según los creadores del videojuego, es que, en un principio, un 30 por ciento, y en el umbral de rentabilidad, un 70 por ciento de las ganancias que deje el videojuego serán donadas a dos iniciativas ucranianas: la fundación Come back alive y el proyecto Army of Drones.

Según Hendrik Lesser, le aseguraron que el dinero podría usarse para comprar drones de reconocimiento, pero no drones de ataque. Sin embargo, admite que "no puede garantizarlo".

Después de la primera versión, Lesser quiere seguir desarrollando el videojuego para que se pueda jugar con dos personas. Su motivo principal es el deseo de que se pueda "contraatacar", pero no en un campo de batalla real, sino virtual.

(cp/rml)