Pocos lugares se asocian tanto con el frío como la región rusa de Siberia. Allí se encuentra el lago Baikal, uno de los más antiguos y profundos del mundo. Una mujer octogenaria vive sola a orillas del lago, a cargo de sus animales, y sigue disfrutando como una niña cuando tiene que patinar sobre sus aguas heladas para ir a la compra.