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Una cumbre en la que se deciden destinos

Christoph Hasselbach
28 de junio de 2018

Para este Consejo Europeo nadie ahorra palabras dramáticas, incluida la propia canciller alemana, Angela Merkel. Del resultado de la reunión también depende de su futuro.

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Imagen: picture alliance/dpa/AP/G. Vanden Wijngaert

"Europa tiene muchos retos, pero la migración podría convertirse en un tema crucial para la Unión Europea", dijo Merkel. Ella sabe que se juega su propio destino político. Si no regresa a Alemania con una "solución europea" a la crisis de refugiados, su ministro del Interior, Horst Seehofer,  del partido hermano bávaro, podría  empezar a deportar a los migrantes no autorizados de vuelta a los países en donde se registraron primero. Una disputa que amenaza con romper la coalición de gobierno alemana. Este sería el fin de Merkel y se tendría que convocar a nuevas elecciones. Un factor de inestabilidad para Alemania y la Unión Europea.

Merkel ha advertido contra las altas expectativas en una solución europea. Según Merkel, "la UE ha logrado reducir mucho la inmigración ilegal y ha frenado a los traficantes y contrabandistas".

Centros de recepción en África del Norte

De hecho, en este punto se ha logrado consenso en la UE: los inmigrantes ni siquiera deberían pisar suelo europeo. "La UE debe decidir quién viene a Europa”, dice su presidente, Donald Tusk, y agrega que "si no logramos ese objetivo, sería una señal de debilidad”. La palabra "aislamiento" o "Fortaleza Europa", que durante años tuvo una fuerte connotación negativa, se ha convertido en el gran objetivo común de todos los gobiernos de la UE.

Incluso Merkel, a su llegada a Bruselas, dijo que podían "intentarse espacios marítimos de reclusión” en el norte de África, pero solo en coordinación con los países interesados. El canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, celebró la idea: "Eso lo cambia todo". Así se evitarían los ahogados en el mar, según Kurz. Pero la propuesta ha sido rechazada por casi todos los países del norte de África.

Italia sigue siendo obstinada

La disposición de Italia es poca. Es cierto que algunos jefes de Estado entienden las dificultades de Merkel, como lo han expresado los primeros ministros de España, Finlandia, Grecia y Luxemburgo. El luxemburgués Xavier Bettel expresó incluso compresión cuando Berlín pregunta: "¿Por qué tenemos que encargarnos de todo?”.

Pero la resistencia es grande. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, amenaza con vetar la declaración final de la cumbre. El ministro del Interior, Matteo Salvini, advirtió recientemente que Italia "no puede aceptar a un solo refugiado más".

Todos los jefes de Gobierno saben cuán peligrosa podría llegar a ser una Alemania inestable para toda Europa, especialmente en estos tiempos de incertidumbre mundial. El presidente del Parlamento de la UE, Antonio Tajani, dijo a Handelsblatt, que el problema no resuelto de la migración pone en peligro la estabilidad de la UE más que la crisis del euro, y confiesa: "Me preocupa. La situación es muy peligrosa".

Christoph Hasselbach (jov/er)