Los conservadores de Antonis Samarás ganaron las elecciones en Grecia. El país, sumido en una crisis permanente, puede darse un respiro. Y también la UE, aunque no por mucho tiempo, ya que Grecia está profundamente dividida. El Gobierno empezará a trabajar en condiciones muy difíciles. Si los griegos no se ponen de acuerdo, continuará el caos.