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Un drama ejemplar

Eva Usi12 de julio de 2004

Después de 21 días de espera en aguas internacionales, el barco alemán Cap Anamur, que recogió a 37 fugitivos de guerra africanos, logró atracar en las costas de Sicilia, pero el desenlace sigue siendo incierto.

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La larga espera en alta mar concluyó el lunes.Imagen: AP

El pasado 21 de junio, la tripulación del buque alemán Cap Anamur descubrió navegando a la deriva una balsa inflable sobrecargada de pasajeros. El motor de la embarcación se había dañado, dejando a los náufragos a la merced de las olas entre la isla italiana de Lampedusa y Malta. El buque recogió a los 37 inmigrantes ilegales y se dirigió hacia Italia, pero el intento por desembarcarlos se convirtió en una pesadilla al rechazar Italia y Malta su acogida. Italia trataba de pasar la responsabilidad a Malta por haber sido en las costas de ése país donde Cap Anamur recogió a los inmigrantes. Malta argumentaba que la decisión de darles asilo era de Italia. Los africanos intentaron pedir refugio a Alemania, cuya bandera ondeaba en el buque, pero Berlín se hizo de oídos sordos.

Ping-Pong diplomático

Cap Anamur vor Sizilien
El barco Cap Anamur fue bloqueado por guardacostas italianos.Imagen: AP

Durante las semanas que duró el ping-pong diplomático, las autoridades marítimas italianas bloquearon la entrada del buque en aguas nacionales, pese a las demandas de solidaridad de parlamentarios italianos de izquierda, organizaciones cívicas y religiosas y del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que clamaba un gesto de generosidad en vista del desastre humanitario existente en Sudán, de donde provienen 36 de los inmigrantes, mas uno de Sierra Leone.

El gobierno de Silvio Berlusconi, en plena crisis, insistió en hacer valer las leyes nacionales e internacionales y no dar el mínimo espacio a comportamientos ilícitos y comparó el buque Cap Anamur, propiedad de una ONG alemana del mismo nombre, así como a su capitán, con las bandas criminales que ganan millones de euros al año, explotando la inmigración clandestina. El ministerio del Interior italiano amenazó que abriría investigaciones contra la ONG alemana, pues se le podría imputar el delito de favorecer la inmigración ilegal.

Deutsche Flagge und Teil der Reichstagskuppel
Bandera alemana ondea en el parlamento alemán, Reichstag.Imagen: AP

No es competencia alemana

Pendiente estaba la respuesta de Alemania sobre un posible asilo, que de resolverse positivamente, contaría con el respaldo de las autoridades italianas para trasladar a los inmigrantes a suelo germano. Berlín recordó que la respuesta a una petición de asilo era competencia del país en donde los refugiados arriban y que no había ninguna razón por la cual Alemania debiera asumir dicha solicitud. El portavoz del ministerio alemán del Interior, Rainer Lingenthal, explicó que un barco alemán no es territorio germano y que de acuerdo a las leyes vigentes sobre el derecho de asilo, toda petición debe realizarse desde suelo alemán. “Es competencia de Italia resolver una solicitud en ese sentido”, dijo.

El ministro alemán del Exterior, Joschka Fischer, viajó el domingo a Sudán, donde apeló repetidamente al gobierno de ése país a hacer frente a la crisis de Darfur, donde las milicias árabes han causado miles de muertos y el desplazamiento de un millón de sudaneses y unos 150.000 refugiados en el Chad. Mientras tanto, Angelika Beer, presidenta del partido de los Verdes, formación a la que pertenece Fischer, se pronunció a favor de que Alemania conceda asilo político a los sudaneses, argumentando que el derecho a la supervivencia debe ser prioritario.

Llamado de emergencia

Cap Anamur Rettungsschiff wird eingeweiht, Kapitän Schmidt und Bierdel, Vorsitzender des Komitees, Lübeck
El capitán, Stefan Schmidt, izquierda, y Elias Bierdel, vicepresidente de la organización "Cap Anamur", posan frente al barco de rescate del mismo nombre.Imagen: AP

Después de tres semanas de encontrarse inmovilizados, el capitán del buque alemán de rescate, Stefan Schmidt, lanzó un llamado de emergencia y anunció que entraría a Porto Empedocle, en el sur de Sicilia, con permiso o sin él, pues la situación a bordo del buque era ya intolerable debido a que los inmigrantes, desesperados, amenazaban con suicidarse tirándose al mar. Las autoridades italianas no tuvieron más remedio que permitir a la nave atracar en Porto Empedocle.

Después de que un grupo de médicos militares subió al barco para reconocer el estado de salud de los prófugos tras las dificultades padecidas, los africanos fueron trasladados al centro de acogida de Agrigento, para determinar su estatus migratorio. Pero el caso no ha terminado ahí.

Das deutsche Hilfsschiff Cap Anamur
El barco "Cap Anamur" salvó la vida a más de 8.000 refugiados vietnamitas en la década de los 70.Imagen: dpa

Confiscan el barco y detienen al capitán

El capitán de la nave alemana, Stefan Schmidt y el vicepresidente de la organización humanitaria, Elias Bierdel fueron detenidos al atracar en puerto. El barco fue confiscado por las autoridades italianas. El ministro de Justicia, Roberto Castelli, calificó el caso Cap Anamur, como un peligroso precedente para su país. "Después de lo sucedido existe el peligro de el mundo tenga la impresión de que Italia no es capaz de controlar sus fronteras y que éstas conformen el punto débil de Europa", dijo.

Un portavoz de la organización se quejó en Alemania de que contrariamente a las promesas de las autoridades italianas, los sudaneses han sido encerrados en una cárcel para deportarlos, en vez de acogerlos en un centro de refugiados.

El drama de los refugiados tiene un desenlace incierto, pues no se sabe si permanecerán en suelo italiano. El mensaje humanitario es que Europa cierra sus puertas y se muestra ciega y sorda ante el drama de los inmigrantes, provengan de donde sea.