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UE y violencia en Colombia: “Basta de paños calientes”

15 de septiembre de 2020

Ni masacres ni asesinatos de líderes sociales en Colombia lograron un pronunciamiento de la diplomacia europea. La muerte del abogado Ordóñez, sí. No obstante, la Eurocámara guarda silencio. No hay consenso. ¿Por qué?

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Kolumbien Bogota Protest Gewalt Ausschreitung
Imagen: Reuters/L. Gonzales

En Bruselas, la muerte de Javier Ordóñez a manos de la Policía de Colombia ha marcado un punto de inflexión: de haber guardado, oficialmente, silencio durante todo este convulso tiempo -de líderes sociales asesinados y masacres-, el viernes (11.09.2020) la diplomacia europea le recordó a Bogotá que las fuerzas del orden están para proteger a los ciudadanos. No obstante, el Parlamento Europeo ha callado.

Una resolución de emergencia -un mecanismo que se salta los sinuosos y largos caminos de la institución parlamentaria- no ha logrado abrirse paso. ¿Por qué?

Violencia "espeluznante"

Los grupos de la Eurocámara que se oponen a una declaración de este tipo “vienen argumentando que no se debe hacer nada que perjudique la implementación de los acuerdos de paz”, explica a DW Miguel Urbán, eurodiputado del grupo de la Izquierda Europea.

“Pero estamos a punto de cumplir el 4º aniversario de aquella firma y la violencia política en el país es espeluznante. El silencio de este Parlamento da mucho que pensar”, sigue Urbán. Su grupo ve imprescindible, desde hace rato, un pronunciamiento oficial que subraye lo que entienden como falta de voluntad gubernamental para cumplir con los acuerdos.

Miguel Urban Crespo
Miguel Urbán, eurodiputado del bloque de la izquierdaImagen: Europäisches Parlament

“Por supuesto no se puede tolerar la represión policial que hemos estado viendo estos días, pero tampoco se debe silenciar las más de 55 masacres que se han producido este año, ni los cientos de líderes y lideresas sociales y políticos y ex guerrilleros asesinados desde la firma del acuerdo”, subraya Urbán, miembro de la Asamblea Eurolat, que une a parlamentarios de ambos lados del océano.

“La UE debe exigir firmemente al Gobierno colombiano que ponga fin a la violencia, la brutalidad policial y la impunidad”, puntualiza Urbán.

Cosas más importantes

Por el momento, lejos queda en la Eurocámara esa unanimidad de sus 751 miembros, demostrada en enero de 2016 a favor del proceso de paz colombiano. “Esa resolución hay que reivindicarla e intentar que se vaya cumpliendo punto por punto”, comenta a DW la eurodiputada Izaskun Bilbao, vicepresidenta de la delegación para las relaciones con los países andinos.

Izaskun Bilbao Barandica
Izaskun Bilbao, eurodiputada del bloque liberalImagen: European Union 2014 / Dossmann

Relativizando el peso de una resolución en estos momentos, Bilbao enfoca más bien las acciones concretas de la cooperación entre la UE y el gobierno colombiano en la implementación del acuerdo. “Lo mejor que podemos hacer es estar detrás de Colombia construyendo con ellos ese camino difícil”, subraya Bilbao, de la bancada liberal.

“Hay que renovar el fondo fiduciario para continuar con los programas de desarrollo de la paz. Colombia necesita apoyo y una llamada a la calma”, concluye Bilbao, haciéndose eco del llamado de la diplomacia de la UE en cuanto a la necesidad de investigar los excesos de violencia.

¿Reconocer hechos?

“El apoyo al proceso de paz está fuera de toda duda”, dice a DW, por su parte, Ibán García del Blanco, miembro de Eurolat. “Pero estamos en un punto muy peligroso en donde cambian las reglas del juego. La situación era ya preocupante pero en los últimos meses se ha estropeado mucho más”, dice García del Blanco, que favorece un pronunciamiento formal de la Eurocámara.

Ibán García del Blanco, eurodiputado del bloque socialista
Imagen: European Parliament/E. Gomez

“Estamos hablando de una grave ruptura de la protección a la ciudadanía colombiana por parte de algunas instituciones del Estado”, resalta el político español, echando en falta acciones que demuestren la voluntad real del gobierno por acabar con la cruenta escalada. “No todo se puede explicar con el contexto histórico”, apunta.

Dada la divergencia de enfoques, ¿cuál sería el mínimo común denominador para llegar a un pronunciamiento común en la Eurocámara? “Asumir que está ocurriendo lo que está ocurriendo. Y a partir de ahí exigir al gobierno que tome la iniciativa para producir cambios reales”, responde García del Blanco.

En cuanto a los mecanismos de presión que tendría Bruselas para avanzar en ese sentido, el eurodiputado español responde: “Colombia es un socio estratégico de la UE, sí. Ambas partes están interesadas en la cooperación en el marco del proceso de paz, sí. Pero si no se dan las condiciones mínimas, tendríamos que replanteárnosla. Basta de paños calientes”, concluye.

(er)