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Desde que el ejército ucraniano redujera sus efectivos de 1,5 millones a 300.000 soldados, gran parte de su equipamiento militar ha quedado obsoleto y se ha puesto a la venta. Desde entonces el tanque se ha convertido en objeto de deseo de los amantes de lo castrense. Algunos han invertido todo su dinero en hacerse con una verdadera flota de tanques. Y ahora procuran sacarlos con frecuencia, en el campo o en autopistas.