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Ucrania lucha contra la invasión y el temor a la inflación

Nik Martin
23 de agosto de 2022

El Banco Central de Ucrania ha estado imprimiendo dinero para pagar a sus tropas, pero la medida es insostenible. Su economía urge apoyo internacional. Un informe recomienda a Kiev "medidas dolorosas".

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Una persona sostiene en sus manos hryvnias en billetes y monedas
La moneda ucraniana, la hryvnia, se ha desplomado desde el comienzo de la invasión rusaImagen: Frank Hammerschmidt/dpa/picture alliance

Cuando la guerra llegue a su séptimo mes, este miércoles 24 de agosto de 2022, Ucrania está atrapada entre la espada y la pared en su intento de mantenerse a flote, mientras lucha contra las fuerzas invasoras de Moscú.

Los ingresos fiscales del país se han desplomado debido a una economía en caída libre. El gasto militar deja un déficit presupuestario de 5.000 millones de dólares al mes.

Para compensar la falta de efectivo, el Banco Central del país ha estado imprimiendo dinero, comprando bonos del Estado por valor de 7.700 millones de dólares en los últimos seis meses. El Financial Times informó que se emitieron 3.600 millones de dólares sólo en junio. La moneda ucraniana, la hryvnia, ya ha caído un tercio de su valor. La inflación ha llegado al 20% y va camino de alcanzar el 30% a finales de año.

El Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), con sede en Londres, instó a "disminuir la dependencia" de la impresión de dinero, so pena de una crisis monetaria, e incluso una bancaria. El economista Yuriy Gorodnichenko, de la Universidad de California, en Berkeley, advierte que "si Ucrania sigue imprimiendo dinero, destruirá el resto de su economía".

Informe le recomienda a Kiev pedir más soporte financiero extranjero

El informe del CEPR aconseja al gobierno ucraniano que suba los impuestos y busque más ayuda extranjera, al tiempo que frena el gasto no militar, una política que Kiev aplicó desde el principio de la guerra. También se espera un control estricto de las salidas de capital, así como restricciones a las importaciones y más flexibilidad en el tipo de cambio.

Los ingresos fiscales se han reducido a una quinta parte de su nivel anterior a la guerra y ahora cubren aproximadamente un tercio de los gastos del gobierno. La impresión de dinero apoya actualmente otro tercio más o menos, mientras que los préstamos extranjeros, las subvenciones y las emisiones de bonos locales ayudan a cubrir el resto del gasto.

Las empresas se han visto obligadas a cerrar en las zonas de conflicto, y la huida de 5 millones de ucranianos y el reclutamiento militar de los hombres ha provocado una fuga de cerebros, mientras que el desempleo ya alcanza el 35%. Las personas que permanecen en las zonas de guerra, desplazadas internamente, o que se han quedado repentinamente sin trabajo, también necesitan ayuda financiera.

Kiev debe tomar decisiones "dolorosas"

La perspectiva de una economía cada vez más débil, junto con la escasez de combustible y los cortes de electricidad o de calefacción este invierno, podría obligar a muchas más empresas a abandonar sus negocios, al tiempo que pondría a prueba el apoyo público al gobierno del presidente, Volodimir Zelenski.

El Banco Mundial ha pronosticado que el 55% de los ucranianos vivirá en la pobreza a finales de 2023, frente al 2,5% antes del conflicto. Gorodnichenko admitió que las recomendaciones serían "muy dolorosas", pero serían mejores que una guerra prolongada "que creara una alta inflación, o incluso una hiperinflación".

(jov/cp)