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Superado el impacto: la economía tras el 11-S

Rolf Wenkel (traducción LBM)11 de septiembre de 2006

Cuantificar con exactitud las consecuencias que para el mundo económico tuvieron los atentados del 11 de septiembre no es tarea fácil. Sin embargo, las pérdidas no son tan catastróficas como pudiera pensarse.

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La vida económica continúa tras el 11 de septiembre.Imagen: AP


Han pasado cinco años desde que se derrumbaran las Torres Gemelas de Nueva York y un avión dejara su huella eterna en el Pentágono. Todavía hoy, la mayoría de las personas recuerda con exactitud qué estaba haciendo en aquellos terribles momentos: "Yo estaba en el despacho, aquí en esta misma habitación, acababa de regresar de una reunión y entonces vimos las imágenes del World Trade Center en llamas. Nos quedamos atónitos", dice Rolf Kroker, miembro del Instituto de Economía Alemana de Colonia. "Un cuarto de hora después recibíamos las primeras llamadas de periodistas que querían una valoración del significado de lo que estaba pasando, cosa a la que en aquel instante aún no podíamos contestar".

Cinco años después, la pregunta sobre las consecuencias económicas que tuvieron los atentados del 11 de septiembre sigue sin tener respuesta exacta. Pero, ¿ha habido algún intento de cuantificar el impacto del 11-S en la economía? "Nosotros no lo hemos hecho. Es increíblemente difícil llevar algo así a cabo porque son muchos los aspectos a tener en cuenta", indica Kroker.

Las bolsas reaccionaron primero

Kurssturz an Tokios Börse
El índice japonés Nikkei alcanzó las cifras más bajas desde 1984.Imagen: dpa - Bildfunk

Lo que sí se puede hacer es seguir el hilo de los acontecimientos que se sucedieron tras el "martes negro". Las primeras en reaccionar fueron las bolsas. En Nueva York, Wall Street suspendió inmediatamente el intercambio de valores y la bolsa se cerró durante cinco días: el periodo más largo sin actividad desde la I Guerra Mundial. Las acciones alemanas habían perdido a últimas horas de la tarde de ese mismo día el 10% de su valor matutino. En Tokio, el índice Nikkei alcanzaba su punto más bajo desde 1984.

Pero los mercados se recuperaron pronto. Las instituciones internacionales supieron reaccionar de manera eficiente y rápida. Conjuntamente, el Banco Central Europeo, el Banco Emisor Fed en Estados Unidos, el Banco de Japón y el Banco Nacional Suizo acordaron otorgar más liquidad a las monedas para evitar "estrecheces" y proteger al dólar.

Sectores en graves dificultades

Flughafen Fuhlsbüttel
Las compañías aéreas, en dificultades.Imagen: picture-alliance/dpa

Quien también recibió apoyo fue la industria aérea civil estadounidense: 15.000 millones de dólares llegaron desde Washington, los ministros de Finanzas europeos decidieron ayudar con medios indirectos a las Aerolíneas del continente: a ambos lados del Atlántico las insolvencias y los despidos masivos amenazaban con apoderarse de las compañías de vuelo.

El sector turístico no tardó en quejarse de las pérdidas ocasionadas por el 11-S. Las reservas retiradas, y las no hechas, dejaban agujeros en los balances de ganancias. Otro segmento económico cuyas finanzas quedaron afectadas tras el 11-S fue el de las compañías de seguros, que anunciaron pérdidas por valor de 42.000 millones de euros.

La excusa del 11 de septiembre

Casi no hubo balance empresarial en 2002 que no incluyera la fecha "11 de septiembre" para justificar los números resultantes. Sin embargo, muchas de las dificultades existían ya antes de los atentados. "Si nos concentramos en Alemania, en aquellos momentos habíamos entrado ya en una fase de estancamiento que poco tenía que ver con el 11 de septiembre", recuerda Kroker. "Desde hace muchos años, Alemania se encuentra a la cola del crecimiento europeo, pero eso es porque no hemos hecho nuestros deberes económicos".

Otros Estados han asimilado el shock que supusieron los atentados con mayor rapidez, incluida la misma víctima de los mismos: Estados Unidos. La coyuntura estadounidense recuperó pronto su ritmo, sobre todo, gracias a los enormes gastos estatales y a la bajada de impuestos, que han llevado al presupuesto estadounidense a superar un récord histórico pero que borraron el miedo a que se desatase una recesión a nivel mundial.

Corta vida de los dividendos de la paz

De todas formas, la economía mundial no ha vuelto a ser la misma desde el 11 de septiembre. "Me acuerdo perfectamente que en 1989, cuando cayó el bloque soviético y la Guerra Fría llegó a su fin, se hablaba de los 'dividendos de la paz'. Pensábamos que, teniendo que gastar menos dinero en seguridad exterior, podría invertirse más en otras cuestiones: lo cual fue cierto, pero tras el 11 de septiembre el capital volvió a destinarse si no a la compra de armamento, al aumento de la seguridad. Los 'dividendos de la paz' han desaparecido de nuevo", constata Kroker.