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El Shakhtar Donetsk, obligado a jugar fútbol en el exilio

Mathias Brück
19 de abril de 2022

Hace casi ocho años que el equipo ucraniano de fútbol no puede jugar de local debido a que ha sido desplazado de su propio país. Luego de la invasión rusa, el futuro del equipo del Donbás es más incierto que nunca.

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Jugadores ucranianos con banderas de su país.
Futbolistas del Shakhtar Donetsk con banderas ucranianas, antes de disputar un partido amistoso contra el Olympiakos.Imagen: Angelos Tzortzinis/Getty Images/AFP

Cuando Rusia invadió Ucrania, el pasado 24 de febrero, Mykola Matviyenko dormía junto a su mujer y su hijo en Kiev: "A eso de las cinco de la mañana escuché explosiones por la ventana y nos levantamos inmediatamente. Pasamos la noche en el auto hasta que recibimos la noticia de que Kiev estaba siendo atacada y que teníamos que irnos", contó a DW.

Matviyenko juega por la selección de su país y por el Shakhtar Donetsk (conocido también en español como Shajtar Donetsk), club con sede en la región oriental del Donbás, fronteriza con Rusia y disputada desde el 2014. Debido a la guerra, el campeonato ha sido suspendido, pero ahora nadie está pensando en eso. El sitio web del club hace tiempo que dejó de hablar de deportes, y ahora entrega información sobre la guerra, por ejemplo, las actualizaciones del Ministerio de Defensa ucraniano.

El club del Donbás organiza ahora "Partidos por la Paz" para recaudar fondos para las víctimas de la guerra y el Ejército ucraniano. En uno de estos encuentros contra el club griego Olympiakos, los jugadores del Shakhtar llevaron camisetas con los nombres de las ciudades ucranianas atacadas y la bandera de su país sobre los hombros.

El futbolista ucraniano Mykola Matviyenko
Mykola Matviyenko, mientras se prepara para jugar el "Partido por la Paz" contra el Besiktas en Estambul.Imagen: Kazim Kizil/DW

Un estadio de cinco estrellas destruido

Matviyenko, que juega como defensa en el Shakhtar desde hace 13 años, tuvo que huir de Donetsk en 2014. Ese fue el último año en el que el equipo pudo jugar en el Donbás Arena, estadio financiado por el oligarca ucraniano y presidente del club, Rinat Ajmétov.

En la temporada 2012/13, unos 40.000 aficionados acudieron al estadio, que fue construido para la Eurocopa de 2012 y recibió una clasificación de cinco estrellas por parte de la UEFA. El recinto fue inaugurado en 2009, ceremonia a la que asistió el expresidente, Viktor Yushchenko, y donde se presentó la cantante Beyoncé, algo que suena irreal ahora si se lo compara con la situación actual.

En agosto de 2014, el estadio sufrió graves daños durante los combates entre las tropas gubernamentales y los separatistas prorrusos, permaneciendo cerrado y abandonado. Desde entonces, el Shakhtar juega en el exilio ante unos 7.000 espectadores.

Entrada del Donbás Arena, en Ucrania.
El Donbás Arena, inaugurado en 2009, fue alguna vez un estadio de categoría mundial.Imagen: Sergey Baturin/SNA/IMAGO

Hasta 2017, los partidos en casa se jugaban en Leópolis, a unos 1.200 kilómetros al oeste de Donetsk. Después se trasladaron a Járkov, a unos 300 kilómetros de Donetsk, pero eso solo duró hasta el 2018. Antes del inicio de la guerra, los partidos en casa tenían lugar en Kiev.

Que el Donbás Arena vuelva a recibir un partido de fútbol parece casi descartado, pero Matviyenko no pierde la esperanza: "Solía ir al Donbás Arena cuando era joven, y siempre fue mi sueño jugar en este maravilloso estadio. Todos creemos que algún día podremos volver a jugar allí". 

El hombre detrás del Shakhtar: Rinat Ajmétov

Contra todo pronóstico, el club escribió una notable historia de éxito. En los últimos años, ganó 13 títulos nacionales y alcanzó varias veces los octavos de final de la Champions League, así como las semifinales de la Europa League en 2020. Todo este éxito está ligado al propietario Rinat Ajmétov, exboxeador y presunto hombre más rico de Ucrania. Con una fortuna estimada en siete mil millones de euros, compró el club a principios de la década de 1990. En ese momento, el Shakhtar estaba al borde de la quiebra.

Gran parte de su dinero se destinó a fichajes de futbolistas, que contribuyeron decisivamente al éxito. El club gastó casi 300 millones de euros en futbolistas brasileños, como Fernandinho, ahora en el Manchester City o Douglas Costa, que se fue al Bayern Múnich. Los 13 brasileños contratados por el Shakhtar volvieron a su país después de pasar días de miedo en Ucrania. Algunos de ellos llevaban casi dos semanas encerrados con sus familias en el sótano de un hotel, en Kiev.

Rinat Ajmétov celebrando junto a jugadores del Shakhtar.
El propietario del club, Rinat Ajmétov, celebrando junto a los jugadores del Shakhtar en 2009.Imagen: Sven Simon/IMAGO

El sueño de la Champions League

Anatoli Trubin, joven portero del equipo ucraniano, sueña con volver algún día a la Champions League con el Shakhtar: "Mis sueños cambiaron. Quiero que la paz llegue a Ucrania y sueño con jugar la Champions League con el Shakhtar en un Donbás Arena lleno", afirmó.

Sin embargo, no se sabe si todos los jugadores del Shakhtar Donetsk volverán a reunirse. A principios de marzo, la FIFA permitió que todos los profesionales extranjeros empleados en Rusia o Ucrania puedan rescindir sus contratos sin previo aviso y unirse a otro club para la nueva temporada, por lo que el futuro del equipo de Donetsk es ahora más incierto que nunca.

(ju/cp)