Secuestro en monte bíblico: Alemania "no se dejará extorsionar"
10 de julio de 2008
El Monte Ararat está localizado en el extremo Oeste de Turquía, tiene 5.165 metros de altura y es mencionado en la Biblia como el lugar a donde llegó el Arca de Noé tras el célebre "diluvio universal".
Hasta allí se había trasladado un equipo de alpinistas germanos que fueron sorprendidos el martes pasado por milicanos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Tres ciudadanos alemanes se encuentran aún en poder de la organización que dice luchar por la liberación del pueblo kurdo y que, según el Stuttgarter Zeitung, "se financia principalmente a través de extorsiones, narcotráfico y tráfico de personas."
"Política de agresión"
Los secuestradores demandan que Alemania "renuncie a su política de agresión contra el pueblo kurdo y contra el PKK". Se refieren con ello a que el gobierno alemán declaró ilegales las actividades del dicha organización en el país desde 1993 y , más recientemente, prohibió las transmisiones de la estación Roj-TV, que desde Dinamarca transmite mensajes afines a la guerrilla kurda.
Los rehenes son hombres alemanes de 33, 47 y 65 años de edad. Se encontraban acampando a más de tres mil metros de altura, junto con otros diez alpinistas germanos, cuando fueron sometidos por los milicianos prokurdos.
"El gobierno alemán nos trata como enemigos, pero nosotros no haremos lo mismo", afirmaron voceros del PKK en el norte de Turquía. "No somos enemigos del pueblo alemán. Los rehenes no han sido maltratados", agregó.
"Alemania no se deja extorsionar"
Las autoridades alemanas ya reaccionaron de manera rotunda. "La República Federal de Alemania no se deja extorsionar", dijo el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier en Berlín. Demandó asimismo la liberación inmediata e incondicional de los secuestrados y añadió que el ministerio a su cargo trabaja intensamente para lograr una solución a esta crisis.
La lucha por la autonomía kurda es tan larga como la existencia de esta etnia sobre cuyo origen aún se discute. El Tratado de Sévres, en el que se enmarcó la disolución del imperio otomano, garantizaba al pueblo kurdo un Estado propio.
Pero esto no ha sido posible, entre otras cosas, por el endurecimiento de la política turca, que considera a los kurdos como separatistas.
La larga lucha por la autonomía
Desde 1925, levantamientos kurdos en Turquía fueron sometidos por la vía de las armas. En Irak, bajo el régimen de Sadam Hussein, los kurdos también fueron perseguidos y resultaron víctimas de crueles matanzas. Hoy, el ejército y la fuerza aérea de Turquía aún persigue a milicianos kurdos en el norte de Irak, en ofensivas que se han intensificado a lo largo del último año.
La política de Turquía hacia los kurdos ha ocasionado que muchos vean con escepticismo el posible ingreso de ese país a la Unión Europea, bloque que tiene a los derechos humanos como una de sus principales banderas.
El PKK, "organización terrorista"
Desde hace décadas, el rostro principal de la resistencia kurda es precisamente el PKK, que emprendió la guerrilla contra el Estado turco desde 1978. La radicalización de esta gesta provocó que en 1999, el líder kurdo Abdala Öcalan fuera detenido en Nairobi y trasladado a Turquía, donde fue juzgado y condenado a muerte.
Posteriormente, la pena le fue conmutada por cadena perpetua. El PKK es considerado como organización terrorista tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos.
En Alemania viven miles de ciudadanos de origen kurdo, muchos de los cuales simpatizan con el PKK. Pero son más los turcos que habitan en este país. Así, el gobierno germano ha intensificado la cooperación con Ankara e incluso a extraditado a Turquía a sospechosos de participar en actividades ilegales a favor del PKK.