El alemán Paul Schäfer llegó en 1961 a Chile, donde fundó Colonia Dignidad, una comunidad con estructuras de secta. El enclave alemán fue utilizado por la dictadura de Pinochet como centro de detención y tortura.
Tras el término de la dictadura, Schäfer fue acusado de diversos delitos, incluyendo homicidio y pedofilia. Huyó a Argentina, donde fue capturado y extraditado a Chile. Allí fue sentenciado a cadena perpetua y murió en prisión.