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Samsung: cúpula calla, beneficios y acciones caen

12 de octubre de 2016

Samsung Electronics siguió cayendo en la Bolsa de Seúl y revisó drásticamente su previsión de beneficio operativo, mientras su Consejo de Administración sigue sin explicar las causas de la debacle del Galaxy Note 7.

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Samsung Südkorea
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Young-joon

Un día después de anunciar que dejará de producir el teléfono Galaxy Note 7 debido a los repetidos casos de combustión del aparato y sus reemplazos, la empresa surcoreana continuó registrando pérdidas en la Bolsa de Seúl, aunque moderó su retroceso hasta el 0,65 por ciento tras haber llegado a caer casi un 3 por ciento.

La víspera, tras anunciar que congelaba las ventas de estos teléfonos y pedir que no se usaran, Samsung se hundió un 8,04 por ciento. Poco después, el gigante surcoreano informó de que iba a dejar de fabricar definitivamente el Galaxy Note 7 por la continuidad de estas averías, lo que por el momento no ha tranquilizado a los inversores ante el previsible impacto del caso sobre los resultados de Samsung y su imagen de marca.

Desplome de acciones y revisión de beneficios

Las acciones de Samsung, uno de los valores de referencia en la Bolsa de Seúl, llegaron a perder un 2,93 por ciento durante el primer tramo de negociación, aunque posteriormente esta caída se fue moderando hasta quedar por debajo del 1 por ciento. Su desplome de ayer fue el mayor desde 2008 y sucede a otras seis oscilaciones diarias mayores al 4 por ciento que ha registrado Samsung a lo largo de este año, relacionadas con el lanzamiento de su nuevo dispositivo insignia de alta gama y sus problemas posteriores.

En este contexto, la empresa surcoreana señaló este miércoles (12.10.216), en un comunicado, que prevé una ganancia operativa de 5,2 billones de wones (4.628 millones de dólares) para el trimestre julio-septiembre, lo que supondría un 29,63 por ciento menos comparado con el tercer trimestre de 2015. El pasado viernes la compañía, que presentará resultados definitivos a final de mes, había pronosticado que su beneficio operativo crecería un 5,5 por ciento hasta los 7,8 billones de wones (6.942 millones de dólares).

Silencio de ejecutivos

Y mientras tanto, miembros del Consejo de Administración del Grupo Samsung, matriz de Samsung Electronics, se negaron a responder a las preguntas de medios surcoreanos a la salida de su junta semanal en Seúl, informó la agencia Yonhap. Fuera de eso, se sabe que consejeros de alto rango directamente responsables del caso del Galaxy Note 7, como Shin Jong-kyun o Koh Dong-jin, se ausentaron de la reunión de hoy.

Por su parte, el director de la Oficina de Planificación Estratégica, Chang Choong-ki, también se negó a comentar si el grupo realizará una remodelación directiva antes de lo previsto debido al problema que ha tenido la empresa con el "smartphone" que estaba llamado a ser su nuevo producto bandera. Chung Yoo-sung, el presidente de Samsung SDS, subsidiaria dedicada a servicios de telecomunicaciones, incluso dijo a los reporteros que el tema del Galaxy Note 7 no fue siquiera mencionado durante la junta.

Exigencia de inversores

Los inversores, entretanto, piden que las causas del fiasco se aclaren lo antes posible. "La gente se preocupa porque no sabe cuál es el problema", opina Kim Hyun Su, Gestor de Fondos de Inversiones de IBK Asset Management. Los clientes necesitan tener la seguridad que la próxima generación de celulares no se verá afectada por estos incendios, precisa. En el entorno de las autoridades surcoreanas de técnica y seguridad se maneja la hipótesis de que se trata de dos problemas separados.

Pero entre los gestores de inversiones predomina el acuerdo sobre que el líder del mercado tiene que presentar ahora cuanto antes su nueva versión de su serie premium S: "Asumo que Samsung presentará rápidamente el Galaxy S8", dijo Kim, seguro de que la empresa cuenta con las capacidades necesarias para ello.

La crisis del Galaxy Note 7 comenzó apenas unos días después de que Samsung comenzara a vender, el 19 de agosto, este "phablet" o "tabléfono" llamado a hacer frente al nuevo iPhone 7, y la empresa no ha logrado aplacarla pese al proceso sin precedentes de rellamada y recambio de unos 2,5 millones terminales.

Debido a la cancelación definitiva de la producción del Galaxy Note 7, se calcula que esta empresa con sede en Suwon, al sur de Seúl, podría dejar de vender en torno a unos 20 millones de teléfonos previstos inicialmente, lo que le supondría dejar de ingresar hasta 15.300 millones de euros/17.000 millones de dólares.

RML (efe, reuters)