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Sí puede caminar: la cucaracha alemana conquistó el mundo

Alexander Freund
24 de mayo de 2024

Repugnante y resistente: la cucaracha alemana es la que más se ha propagado por el mundo. Un estudio reconstruye su origen y su imparable avance.

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La "cucaracha alemana" o "cucaracha rubia".
La "cucaracha alemana" o "cucaracha rubia" es especialmente resistente a los insecticidas.Imagen: H. Bellmann/F. Hecke/blickwinkel/picture alliance

La mayoría de la gente las encuentra repugnantes, pero sus capacidades son sorprendentes: las cucarachas son veloces como el rayo, pueden pasar por rendijas y son capaces de trepar incluso por superficies lisas y verticales.

Pero, sobre todo, son sumamente resistentes. Su caparazón soporta hasta 900 veces el peso de su propio cuerpo, por lo cual es muy difícil aplastarlas. Además, la mayoría de los insecticidas no surten efecto en ellas.

Ese es un gran problema, porque las cucarachas pueden transmitir una serie de bacterias, virus y hongos. Estos, a su vez, pueden provocar alergias, catarros intestinales, hepatitis A, ántrax o tuberculosis, entre otros males.

Avance triunfal

La más extendida a nivel mundial es la llamada "cucaracha alemana” (Blattella germanica), presente en todos los continentes. El insecto, activo de noche, puede medir hasta dos centímetros y suele habitar en viviendas y edificios, donde se refugia en lugares húmedos.

La cucaracha alemana fue descrita por primera vez en 1776 por el naturalista Carl von Linné. Eran los tiempos en que, tras la Guerra de los Siete Años, media Europa estaba en ruinas e imperaba una enorme pobreza.

Se le llama "cucaracha alemana”, pero su origen no estaba claro. Ahora, un equipo dirigido por Qian Tang, de la Universidad Nacional de Singapur, investigó de dónde proviene este tipo de cucaracha y cómo se propagó por el mundo. Para ello, analizó el código genético de 281 cucarachas, procedentes de 17 países de cinco continentes.

Desde Asia hacia el mundo

El estudio reveló que la cucaracha alemana se desarrolló a partir de la cucaracha asiática (Blattella asahinai) hace unos 2.100 años. Originalmente, tales insectos se adaptaron a los asentamientos humanos en India y Myanmar, según los investigadores.

Desde allí se propagaron, en los siglos siguientes, hacia occidente, a través de dos rutas: hace unos 1.200 años, esta especie aprovechó la expansión económica y militar del islam. Y, hace unos 400 años, se valió del colonialismo europeo, presuntamente en especial del británico y el holandés.

Tras los pasos humanos

Hasta comienzos del siglo XVIII, el área principal de propagación de esta cucaracha seguía limitándose al Asia, según apuntaron los científicos en la publicación Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense. Eso cambió en la segunda mitad del siglo XVIII, es decir, por la época en que Carl von Linné describió el insecto.

Con el comienzo del comercio global, comenzó también el avance triunfal de las cucarachas, gracias a los medios de transporte cada vez más rápidos. "La cucaracha alemana se propagó entonces al resto del mundo a fines del siglo XIX y comienzos del XX”, de acuerdo con el estudio de Singapur.

Propiedades y condiciones de vida ideales

Donde quiera que llegaran, las cucarachas encontraron en las viviendas con calefacción y cañerías las condiciones de vida ideales. De este modo, la tasa de mortalidad de los insectos, sensibles al frío, bajó notablemente en las regiones más frías.

"El avance de la civilización humana desencadenó la evolución y propagación de especies que se adaptaron a entornos urbanos”, indicó el equipo científico.

Lo único que estos insectos no soportan bien es la sequedad. En las construcciones modernas, sin rincones húmedos, no subsisten mucho tiempo.

Hay otro motivo adicional que explica su exitosa propagación. En comparación con otras cucarachas, estas son especialmente resistentes a los insecticidas. Las que son resistentes a una substancia, pueden volverse también inmunes a otra, en el curso de una generación. Los genes de las cucarachas más resistentes se transmiten a la próxima generación y, dado que este insecto vive en promedio unos tres meses, las resistencias se desarrollan con enorme velocidad.

(ers/ms)