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Se trata de las sanciones más duras que el Ministerio de Justicia ruso ha impuesto tras la aprobación de la controvertida ley que obliga a las organizaciones no gubernamentales a registrarse como "agentes extranjeros" si reciben financiación de fuera de Rusia. Unidades especiales de la policía irrumpieron recientemente en el despacho del conocido activista de derechos humanos Lev Ponomaryov y registraron sus archivos. Poco después, Golos, la única organización independiente del país de observación electoral, fue suspendida seis meses por orden judicial. Tanto Ponomaryov como Golos se negaron a registrarse como "agentes extranjeros" por temor a ser descalificados como espías.