En Alemania, uno de cada cuatro empleados trabaja desmotivado y cumple con sus tareas laborales por mera obligación. A quienes no les gusta su trabajo, sin embargo, les falta coraje para abandonarlo y empezar otro. Suele prevalecer el miedo a perder la seguridad laboral alcanzada o a no encontrar un puesto por la edad. Pero hay quienes dan el paso decisivo y cambian por completo su ámbito laboral.