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Luchando contra el desperdicio alimentario en Tailandia

Felix Nuhr
8 de diciembre de 2020

Al igual que en muchas partes del mundo, en Tailandia muchos alimentos terminan en la basura. Esto es un desperdicio de recursos y malo para el clima. Ahora el país trata de mejorar su sistema de gestión de residuos.

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Sendung Global 3000 | Lebensmittelverschwendung in Thailand
Imagen: DW

Tailandia: alimentos a la mesa y no a la basura

Objetivo del proyecto: establecer un modelo público y privado respetuoso con el clima para la gestión de los residuos y de las aguas residuales. El objetivo es mejorar el equilibrio climático del país.

Ejecución del proyecto: establecer un sistema oficial de gestión de desechos y de aguas residuales comunales en cuatro regiones seleccionadas. Ampliar la base de datos del país para la supervisión de la gestión de los desechos y las aguas residuales.

Organizaciones asociadas: Departamento de Control de la Contaminación, la autoridad nacional ambiental de Tailandia y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán). 

Duración del proyecto: de enero de 2018 a diciembre de 2021.

Presupuesto: tres millones de euros de los 17,9 millones de euros previstos para el "Programa climático tailandés-alemán”, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania en el marco de su Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán).

El desperdicio de alimentos es un problema mundial. Anualmente, unos 1.300 millones de toneladas de alimentos, a menudo todavía comestibles, terminan en la basura. Tailandia no es inmune al problema.

Alimentos relativamente baratos y sistemas de recolección y reciclaje de basura deficientes son parte de las razones por las que millones de toneladas de residuos no se reciclan adecuadamente. Es difícil obtener cifras exactas. Solo una quinta parte de los 2.500 vertederos del país del sudeste asiático son "oficiales” y el resto no están regulados. Esta falta de datos sobre el problema también dificulta la aplicación de políticas sólidas para reducir los residuos alimentarios.

Los alimentos desechados no solo son un desperdicio de los recursos empleados para su producción, sino que también perjudican el clima. La basura orgánica que se deja pudrir en los vertederos libera metano, un poderoso gas de efecto invernadero mucho más efectivo que el CO2 para atrapar el calor. Las Naciones Unidas también quieren reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030 como parte de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia un mundo más sostenible e igualitario.

Tailandia está tomando medidas. La autoridad ambiental del país, el Departamento de Control de la Contaminación (PCD, por sus siglas en inglés) y la Agencia alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), están trabajando para introducir soluciones de residuos, reciclaje y aguas residuales para reducir la contaminación y las emisiones.

Un videorreportaje de Felix Nuhr