Psicoanálisis en Berlín
10 de abril de 2006A pesar de todas las revisiones y correcciones que hizo el siglo XX a su teoría sicoanalítica, que Freud marcó el siglo anterior es innegable. Si bien el instrumento terapéutico que creó es controvertido, su investigación y su tratamiento del alma humana cambió la percepción del hombre y la cultura, dicen los entendidos. Con motivo de los 150 años de su nacimiento, los homenajes, las nuevas lecturas y las revaloraciones de su obra científica son muchos. Berlín, en donde sus escritos ardieron durante la Alemania nazi, se suma al homenaje.
Una visión histórica
Las revisiones biográficas que se hacen de Sigmund Freud resaltan sobre todo su deportación de Austria en junio de 1938 bajo el macabro sello nacionalsocialista. Aunque Freud murió en Londres en septiembre de 1939, tres semanas antes de que empezara la Segunda Guerra Mundial, buena parte de su familia –que no pudo huir- pereció en los campos de concentración de Theresienstadt y Treblinka. En Berlín, en donde sus escritos ardieron en 1933, la Asociación de Sicoanalistas rinde homenaje al padre del sicoanalisis, con una serie de charlas que tanto resaltan su importancia científica como recuerdan el triste destino de su familia bajo la Alemania nazi.
Freud light
En el Museo Judío de Berlín lo que se presenta básicamente es una fiesta de cumpleaños, cuyo gran pastel central está dividido en 24 escenas de la vida del médico austriaco. El trabajo en los consultorios, cotidiano, los términos básicos de su teoría –histeria, complejo de castración o el ego/super ego- y la biografía son los grandes temas que estructuran Psicoanálisis, en el Museo Judío. La muestra es asociativa y al visitante experto, los términos fobia, narcisismo o Anna O. le sabrán evocar muchas cosas, sin embargo el no iniciado no se enterará de mucho, se dice en ciertas críticas. Por ejemplo, sólo en una foto de los efectivos de la SA entrando a su residencia en Viena se hace alusión a sus orígenes judíos y a la historia. Por otro lado, una foto de Freud viendo desnuda a su madre debe evocar el complejo de Edipo. Términos como fase anal, fetichismo o fobia se explican en estilo telegrama.
La herencia de Freud
En la exposición del Museo Judío de Berlín, un gran diván, así como más de cien fotos de consultorios berlineses aluden al método terapéutico freudiano. El yo, así lo formuló Freud, no es señor de sí mismo, sino que está influenciado y manipulado por el inconsciente y los instintos, modelados a temprana edad. La terapia sicoanalítica, por ello, se centra en el recuerdo, la repetición y el procesamiento de experiencias en la tierna infancia, algo de cuya efectividad siempre se dudó.
Sin embargo, la importancia del método freudiano rebasa el diván. Si por un lado sus teorías de la líbido están, según entendidos, más que rebasadas, la neurobiología actual -como lo asevera el investigador de la memoria Hans Markowitsch- le da la razón en cuanto al dominio del consciente por el inconsciente, después de décadas en las que intelectualmente Freud fue un adorno intelectual y científicamente un trasto histórico pero inútil, como su diván.