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Primeras detenciones en Afganistán

Luna Bolívar Manaut8 de octubre de 2006

Un día después del asesinato de dos periodistas freelance de la Deutsche Welle, varios sospechosos han sido detenidos en Baghlan, la provincia afgana en la que fueron encontrados los cuerpos sin vida.

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Afganistán: un país en ruinas.Imagen: picture-alliance / dpa

Sobre el motivo que les llevó a disparar contra Karen Fischer y Christian Struwe, nada se sabe aún. También se desconoce los nombres de los detenidos y si pertenecían a alguna organización de tipo criminal de las que actúan en Afganistán amparadas por el caos y la falta de seguridad reinantes.

El robo como razón para el asesinato ya fue descartado ayer: todos los objetos de valor que los dos reporteros llevaban consigo fueron encontrados junto a los cuerpos. La posibilidad de un acto talibán fue desmentida por la misma organización islamista y ha quedado hoy prácticamente descartada por parte de las autoridades: Baghlan, la región por la que viajaban los periodistas, no es terreno talibán.

Cinco a seis hombres

De momento, ha trascendido la noticia de que la policía afgana habría detenido de "cinco a seis hombres", según informó el Ministerio del Interior en Kabul. Los detenidos se encuentran entre los "posibles autores de los hechos".

Karen Fischer y Christian Struwe trabajaban desde hacía tiempo en Afganistán y otras regiones de Oriente Próximo y conocían bien la zona. En esta ocasión, el viaje no se realizaba a petición de la Deutsche Welle, pero aún así, periodistas freelance como ellos en una región en crisis se encuentran siempre del algún modo trabajando.

"Los dos alemanes quisieron pasar una noche europea en Afganistán", dijo un portavoz del Ministerio del Interior haciendo referencia al hecho de que Fischer y Struwe viajaran sin guía y decidieran acampar en una zona deshabitada. "Fue un error. Ni siquiera un afgano puede pasar la noche en un lugar alejado", añadió.

Los cuerpos de Fischer y Struwe han sido trasladados ya a Kabul, donde fueron entregados a la embajada alemana. Eric Bettermann, director general de la Deutsche Welle, expresó ayer su más sentido pesar por las muertes de los dos trabajadores, y el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha calificado hoy el asesinato como un "crimen horrible".

Tres periodistas en un fin de semana

A veces el destino tiene macabras coincidencias. Cuando llegó la noticia de la muerte de los dos reporteros de la Deutsche Welle, la ciudad francesa de Bayeux, la primera que los aliados liberaron de la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial, acababa de quitarle el envoltorio al primer monumento europeo en honor a los periodistas asesinados.

Al poco tiempo, otra periodista rusa era abatida en Moscú. Tres muertes en un solo fin de semana demuestran lo "habitual de estos hechos", dijo el presidente de la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras, Robert Ménard, que manifestó encontrarse profundamente conmocionado por los últios fallecimientos.