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Preocupación por los derechos humanos en Rusia

Zhanna Nemzova
15 de junio de 2017

DW entrevistó a la activista y periodista rusa Soja Svetova con motivo de la concesión del premio Boris Nemzov. Svetova pone de manifiesto la preocupante situación de los derechos humanos en su país.

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Symbolbild Amnestie in Russland
Imagen: AFP/Getty Images/K. Kudryavtsev

La periodista Soja Svetova asegura que, en los años que lleva luchando por los derechos humanos, la situación en Rusia no ha hecho más que empeorar. Svetova formó parte entre los años 2008 y 2016 de la comisión de control para el cumplimiento de los derechos humanos de la ciudad de Moscú, una de las 85 comisiones regionales de Rusia. Pero, por ley, Svetova no podía seguir perteneciendo al mismo grupo de trabajo, por lo que se postuló para el de la república de Mordovia. "Sin embargo, por motivos de forma, se me impidió presentarme. Después supe por conocidos que los servicios de seguridad rusa estaban en contra de mi candidatura", dice Svetova. 

 

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Durante años, esta activista visitó la cárcel moscovita de Lefortovo. Según Svetova, allí hay encerrados hombres acusados de crímenes contra el Estado, corrupción, terrorismo y alta traición, pero hay muchas irregularidades en su situación. "A menudo carecen de abogados o, si los tienen, no se permite que se comuniquen con ellos. Para algunos, yo era la única persona que les facilitaba información del exterior. Eso no gustaba a las autoridades", dice.

El caso Senzov

Svetova recuerda muy bien el caso del director de cine ucraniano Ole Senzov, juzgado en Rusia por terrorismo. Se le acusaba de querer volar un monumento a Lenin en Crimea. "Pero no hay pruebas que lo demuestren. Fue a la cárcel por estar en contra de la anexión de Crimea", asegura Svetova. "Ayudó a militares ucranianos a abandonar la península", continúa la periodista. "Su caso me impresionó mucho, porque, a pesar de la brutal tortura que sufrió, no se reconoció culpable".

Senzov cumple condena actualmente en la ciudad siberiana de Yakutsk. Su caso despertó la atención pública, de manera similar a los de Nadia Savchenko e Ildar Dadin, quienes salieron en libertad tras la presión internacional. ¿Podría suceder lo mismo con Senzov? "Por lo que sé, Senzov es para Putin equivalente a Crimea y Crimea es como una especie de inversión de los últimos años. No sé a cambio de qué lo dejaría marchar".

Castigo por revelar el pasado estalinista

Svetova critica también muchos procesos judiciales, entre otros, el del investigador ruso Yuri Dimitriev, de Carelia. En su opinión, lo que en realidad merece Dimitriev es un reconocimiento honorífico estatal por haber descubierto en las últimas tres décadas numerosas fosas comunes de personas asesinadas en tiempos de Stalin. Actualmente, esos lugares se han convertido en memoriales por las víctimas de la represión estalinista. "Pero Dimitriev también publicó el nombre de los verdugos. Y los verdugos tienen hijos y nietos, que, seguramente, forman parte de estructuras actuales similares. Si una persona tiene antecesores en el antiguo servicio secreto soviético, se da por hecho que sus descendientes se convierten en miembros del actual servicio secreto. Por eso no quieren que se revelen los nombres de los antepasados", explica Svetova. 

Screenshot DW  Interview mit russische Menchenrechtlerin Zoya Swetowa
Zoya Svetova, periodista y activista rusa de derechos humanos. Imagen: DW

Numerosos casos desconocidos

Svetova revela que hay muchos casos que no salen a la luz pública. Entre ellos, los de muchas personas que acaban en la cárcel, pese a padecer graves enfermedades. Por ejemplo, Julia Rotanova, que llevaba la administración de una organización relacionada con el destituido ministro de Defensa de Putin Anatoli Serdyukov. Según Svetova, Rotanova no tuvo nada que ver con sus tejemanejes, pero, a pesar de ello y de padecer cáncer, la mujer fue condenada a seis años .

"Se esperaba que declarara contra Serdyukov y ella se negó. Hemos logrado sacarla de la prisión de Lefortovo tras demostrar que padece cáncer y debe ser intervenida con urgencia. Pero, tras su operación, tiene que regresar a la cárcel", dice Svetova.

"Esto no puede seguir así siempre"

La periodista trata de no perder el optimismo, a pesar de que su vivienda fue registrada durante horas el pasado mes de febrero en el marco del caso Yukos. "Creo que el bien vencerá al mal", dice Svetova, quien está convencida de que la situación no puede continuar así para siempre. "Putin no es eterno, como tampoco lo son las fuerzas del mal. Algo tiene que ocurrir. Rusia no puede seguir siendo el lugar en el que ocurren cosas terribles y se encierra a la gente en las cárceles. Ya ha habido protestas en Moscú y en toda Rusia. Se detiene a la gente de forma brutal". 

Autora: Zhanna Nemzova (MS/DZC)