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Prensa en Latinoamérica: Trump y Biden, debate caótico

Rosa Delia Macias Reyes
30 de septiembre de 2020

El primer debate electoral entre Donald Trump y Joe Biden ha sorprendido a la prensa latinoamericana, pero no positivamente. El caos y las agresiones verbales deslucieron el acto.

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+++Für Faktencheck+++ US-Präsidentschaft I Debatte  Joe Biden und Donald Trump
Imagen: Olivier Douliery/Reuters

"El peor debate que se recuerde"

En el diario argentino La Nación se hace balance del encuentro entre los dos candidatos estadounidenses: "Fue un ida y vuelta caótico, sucio, picante, generoso en chicanas y ataques personales, y muy escuálido en discusiones sustanciales sobre el futuro de Estados Unidos. El primer choque cara a cara entre el presidente, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, fue por momentos casi imposible de seguir porque Trump, Biden y el moderador, el periodista Chris Wallace, hablaban uno encima del otro, intentando imponer lo que fuera que querían decir. La lectura prevalente al final: fue el peor debate que se recuerde”.

"El presidente se humilló a sí mismo"

En otro de los periódicos argentinos, Clarín, se menciona la actitud de Donald Trump durante el debate: "Fue un debate presidencial caótico, pleno de insultos y golpes bajos, como quizás no se haya visto nunca en la política estadounidense y un signo del clima que se vive hoy en este país, dividido y exasperado, con un presidente que rompe todos los esquemas. En este contexto de chicanas y burlas que parecían más bien de colegio secundario y muy ajenas a la investidura de un líder de la primera potencia mundial, Donald Trump no pudo obtener una victoria sobre Joe Biden . (…) La estrategia del presidente para recuperar terreno se desnudó enseguida: no debatir los temas elegidos por el moderador sino intentar acorralar a su rival, interrumpirlo, sacarlo de quicio para desestabilizarlo y que cometa errores. Donald Trump fue grosero e interrumpió permanentemente a Biden. El presidente se humilló a sí mismo y parecía un niño malcriado y ansioso de cuatro años.

Donald Trump.
Donald Trump interrumpió con mucha frecuencia a su contrincante, Joe Biden.Imagen: Morry Gash/Reuters

"Lamentable espectáculo"

El diario mexicano El Universal cuestiona el estado del diálogo político de Estados Unidos: "Más que fondo y sustancia, que suelen estar en el centro de estas discusiones, este debate se ha centrado en ataques personales en un espectáculo que parecería más apropiado para una pelea de box o de lucha libre: el rudo contra el técnico, o el bully contra el que trata de esquivarlo. En medio, como ya apunté, el moderador en la incómoda e imposible misión de contener la incesante metralla verbal del presidente de Estados Unidos.

En la era de la noticia instantánea y los clips y memes de las redes, el enfoque de Trump —aunque detestable para muchos— resulta claramente más eficaz: intimida al moderador, no deja a Biden terminar una frase sin meterle el pie y sacarlo de balance. Biden responde con ironía y/o risas que no acaban de cuajar y que sirven de poco en este formato. Lo están vapuleando y el público no entiende de qué se ríe.

Independientemente del saldo final de anoche, que nos darán bien pronto las casas encuestadoras, el lamentable espectáculo otorgado por ambos candidatos y malamente controlado por el moderador, nos dice mucho acerca del lamentable estado de la discusión política en la que todavía se considera a sí misma la democracia más poderosa del mundo”.

Joe Biden.
Joe Biden increpó varias veces a Donald Trump.Imagen: Morry Gash/Reuters

"Let Trump be Trump"

La revista político-económica colombiana Semana afirma que Trump se mostró con la personalidad que lo ha caracterizado hasta ahora: "El debate fue más caótico que la mayoría de los debates presidenciales. Hubo más ataques que de costumbre y menos sustancia de los temas que le interesan al electorado. Pero en medio de ese desorden, salieron a flote las dos personalidades de los candidatos y, frente a las expectativas, Biden fue el ganador. Trump fue lo que se esperaba de él, Biden superó por mucho lo que se esperaba (…).

Y no es que a Trump le hubiera ido especialmente mal. A pesar de los superlativos de siempre, estuvo más reposado que la mayoría de sus intervenciones. Reflejó seguridad en sí mismo y capacidad de expresión. Las exageraciones y las mentiras fueron parte del menú, pero nadie esperaba nada diferente. Como esa personalidad lo llevó a la presidencia y le ha funcionado hasta ahora, es seguro que sus asesores le recomendaron la estrategia de "Let Trump be Trump”. En otras palabras, no cambió ni el producto ni el empaque”.

(cp)

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